¿Qué hacen estos personajes en la capital del Celeste Imperio?
Vamos a analizar a los desfilantes de uno en uno:
Bill Gates es el que paga las campañas de los dos grandes partidos estadounidenses, Republicano y Demócrata, el que paga a los medios para que ofrezcan la imagen que tenemos de él, un nerd amable que quiere salvar el mundo. Bill Gates ha dado dinero a la CNN, NBC, NPR, PBS y The Atlantic; la BBC, The Guardian, The Financial Times y The Daily Telegraph en el Reino Unido; destacados periódicos europeos como Le Monde (Francia), Der Spiegel (Alemania) y El País (España); así como grandes emisoras globales como Al-Jazeera.
Asi que aunque no es un miembro del Congreso, su poder económico y mediático lo convierte en un peón importantísimo de las élites de Estados Unidos. Su objetivo es sin duda no perder el mercado chino en su lucha por la supremacia tecnológica, las tierras raras (17 elementos químicos de la tabla periódica) y los microchips. Parece ser que el comprador de retratos donde sale favorecido fracasó en el intento de seducir a los chinos.
El Secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, tuvo que escuchar de Xi Jinping que China no tiene la intención de reemplazar a Washington, pero que del mismo modo, Estados Unidos debe respetar a China y no debe dañar los derechos e intereses legítimos de China y ninguna de las dos partes debe buscar moldear el otra.
A Blinken no le gustó la respuesta porque Estados Unidos no gasta tanto en guerras para respetar partes, sino para defender " los intereses y valores del pueblo estadounidense y trabajar con sus aliados y socios para promover la visión de un mundo libre y abierto que defienda el orden internacional basado en reglas”
Como sabemos las reglas son sus propias reglas, porque para los Estados Unidos solo son posibles y factibles sus normas. Digamos que EE. UU. y sus socios tienen derecho a entrometerse en los asuntos de otros para promover el orden internacional en base a las "reglas" universales creadas por Estados Unidos y aceptadas sin rechistar por sus vasallos occidentales.
Pocas expectativas de éxito podía tener un señor que fue a poner las reglas del juego y a esperar que el otro las aceptara sin más.
John Kerry, enviado presidencial especial de los Estados Unidos para el Clima, fue a hablar de sus preocupaciones climáticas que no parecen verse afectadas por la fabricación de armas y aviones y su envio a Ucrania. El señor Kerry en realidad quería poner su grano de arena para ver si se equilibra lo que a las claras les está dejando en el lado flojo de la balanza. Mal ocultos bajo los grandes discursos del cambio climático se encuentran los asuntos financieros y económicos y la necesidad de cambiar el equilibrio de poder que hoy les perjudica. Pero por probar que no quede, un viaje para engañar a Xi como engañaban a los indios de las praderas, solo pudo provocar estupefacción en un país que en muchos sectores está a la vanguardia en lo que a políticas medioambientales se refiere.
Son ellos los que le han hecho el regalo de la energia de bajo costo, poniendo a Rusia en sus brazos; son ellos mismos los que se han hecho totalmente inútiles en el desarrollo chino ¿Qué sentido tiene ir a Pekín a decirle a China que tiene que cuidar del aire y los ríos?
A estas visitas tan extrañas como inútiles se suman dos personajes estrafalarios: la secretaria del Tesoro Janet Yellen y el espectral Henry Kissinger.
Kissinger, demasiado ajado, es solo la sombra de aquel protagonista del deshielo Washington-Pekin allá por los años 70 del siglo pasado, lo que en cierto modo supuso la victoria del bloque occidental frente a la URSS; sin esta ruptura de la "hermandad comunista" los occidentales difícilmente habrían prevalecido en la Guerra Fría. Pero Rusia es hoy un importante aliado de China y difícilmente podria reeditarse un acuerdo como el que consiguio Kissinger hace medio siglo.
Para la ocasión trajo consigo a Hank Paulson "el gorila", el secretario de Estado en la época de la crisis de Wall Street de 2007, que logró reactivar la economía estadounidense gracias a que logró canalizar enormes inversiones chinas con su estrategia Diálogo Económico (SED), un mecanismo de intervención global bilateral chino-estadounidense que tiene como objetivo resolver problemas económicos en interés de ambos países.
Esta emblemática presencia junto a Kissinger podría ser la señal de que los estadounidenses han propuesto a los chinos relanzar este mecanismo porque necesitan las inversiones chinas como agua de mayo.
Y parece que la visita de Janet Yellen quien según toda la prensa occidental acudía a reuniones de alto nivel para mejorar la comunicación entre ambos países, se saldó con unas vergonzosas reverencias de la al viceprimer ministro chino He Lifeng, quien tuvo mucho cuidado de no corresponder.
Tan vergonzosas fueron las genuflexiones que los medios estadounidenses pusieron en primera página una intoxicación con hongos alucinógenos para justificar el mal estado de salud que le impedia saludar con normalidad.
Los analistas dicen que la señora Yellen fue a discutir inversiones financieras de China en EE. UU. Inversiones absolutamente necesarias para evitar una gran crisis financiera estadounidense, de ahí la pleitesía que luego hubo que maquillar con efectos de los hongos, dado que Lifenng rechazó invertir en Wall Street.
El Wall Street Journal en su artículo " El dinero chino vuela de Occidente" explica como el capital chino está abandonando Occidente para reposicionarse en inversiones en fábricas en el sudeste asiático, así como en proyectos mineros y energéticos en Asia, Medio Oriente y América del Sur y aquí es donde entra este cortejo a Xi Jinping y esas reverencias a He Lifenng
El mecanismo que permitió financiar la enorme deuda exterior estadounidense en la gran crisis del 2007 fue el capital chino, que se ha atascado y ese atasco solo puede significar una gigantesca crisis financiera detenida solo por la impresión de dinero para para prestar a los bancos y al estado para financiar su deuda, pero esto tiene los días contados, y estallará cuando todos los inversores extranjeros (excepto los vasallos europeos y japoneses) abandonen el dólar a riesgo de colapsar toda la economía occidental, una economía a la que no le deben nada bueno, más bien su existencia ha podido ser gracias al colapso de los demás.
La crisis bancaria sistémica que tuvo lugar en la primavera de este año en EE. UU. y que vio la quiebra de algunos bancos medianos como, por ejemplo, Silicon Valley; fue el aviso de una crisis bancaria sistémica no por una mala gestión de los bancos individuales sino por una salida de capitales del sistema financiero estadounidense.
¿Qué le queda a Estados Unidos si estas visitas no le funcionan? La guerra, su mejor modo de convicción. Pero eso fue hasta febrero de 2022. Rusia no es Irak como han podido comprobar, a Putin no lo van a ejecutar humillado, desgreñado y desnudo por más que lo sueñen.
El último comunicado de la cumbre de la OTAN incluye ya a China junto a Rusia en el desafio al llamado orden basado en "reglas" y advierten a China que debe prepararse para mayor presencia de la OTAN en Asia, algo que China no acepta. Su oposición es total a la "expansión hacia el este" de la OTAN en la región de Asia y el Pacífico.
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