Decía Bismarck que España debía era "el pais más fuerte del mundo: los españoles llevan siglos intentado destruirlo y no lo han conseguido". Algo de razón llevaba, somos nuestros más feroces críticos.
No encontrará eso en Noruega.
La mayoría de los noruegos tienen una imagen impecable de sí mismos y de su país.
El país aparece en la lista de la ONU de países más felices del mundo. Yo que vivo aquí no entiendo ese tipo de felicidad moderada, pero cada uno es feliz a su manera.
Su visión de sí mismos tiene mucho de ese puritanismo de ejército de salvación protestante. Se consideran buenos y generosos con el resto del mundo, y creen que son un ejemplo a seguir en cuanto a su compartamiento ético, a cuyo autobombo dedican leyes, reglas, discursos y muchas coronas.
Piensan que el mundo pobre les debe mucho porque tienen una política generosa de ayudas y viajan a todos los países desgraciados para entregar su trabajo, bien pagado, en ONGs.
El petróleo les ha enriquecido, y tienen muy claro que su riqueza la comparten como y con quien ellos deciden. Muchos no aceptan compartirla con refugiados e inmigrantes de piel oscura porque les tienen miedo, piensan que les van a robar sus impuestos obteniendo pagas del NAV por hacer nada y que van a violar y robar. Este pensamiento les ha traído ocho años de gobierno con la derecha y la ultraderecha que ha acabado con la socialdemocracía abriendo una importante brecha entre los más ricos y la gente normal y el camino para que en Noruega pueda hablarse de "pobres".
Noruega no admite críticas a la imagen que tiene de sí misma. Es el pais perfecto que el 17 de mayo sale en desfiles con cientos de miles de banderas nacionales, trajes típicos y saluda a la familia real que agita la mano graciosamente en el Slottsbalkongen. Incluso puede iniciar un debate sobre si una mujer africana tiene derecho a desfilar con traje nacional noruego, o si otras nacionalidades tienen derecho a celebrar en la calle sus propias fiestas. Pero debates sobre el 17 de mayo no hay. Su nacionalismo es bueno como ellos. Se ha convertido en un sentimiento casi religioso, un dogma, que impregna el país.
Este país perfecto, pacífico, asentado en la sociedad del bienestar y en la bendición que les otorgó el dios del petróleo, que se siente bueno, víctima de los 400 años oscuros en los que fueron colonia danesa y de la agresión de la Alemania nazi, hizo sus purgas a los comunistas por parte de sus políticos socialdemócratasn evitó la formación del Pacto Nórdico entre Suecia, Noruega, Islandia, Finlandia y Dinamarca para crear una alternativa a la OTAN, y hoy es uno de los mayores exportadores de armas del mundo.
Vamos a ver estos tres asuntos "incómodos".
El discurso aciago en Kråkerøy
Tras la guerra mundial tres hombres dominaban el Arbedisparti noruego- partido socialista-:
Haakon Lie, oponente a cualquier cosa que recuerde el comunismo, agente de la CIA en Noruega; Sigurd Evensmo, partidario de seguir en la línea del socialismo revolucionario acabó abandonado el partido cuando este tomó claro partido por Occidente y la OTAN y Einar Gerhardsen quien era el leal constructor de puentes entre el Este y el Oeste.
Einar Gerhardsen fue presidente de Noruega durante diferentes mandatos, sumando todos 17 años entre 1945 y 1965del Arbeidsparti - los socialistas noruegos-.
Su papel de hombre de diálogo Este- Oeste acabó de manera fulminante tras un discurso que dió en Kråkerøya, en Fredrikstat el 29 de febrero de 1948, conocido por muchos como el discurso aciago.
Un discurso de 40 minutos en el que condenó ferozmente al Partido Comunista Noruego y a todos los comunistas noruegos y anunció la ruptura definitiva entre del Arbeidsparti con el NKP (partido comunista noruego).
La justificación de esa agresividad contra los que hacía poco habían sido grandes luchadores contra la invasión nazi, fue el "golpe" en Checoslovaquia en febrero de 1948; pero había mucho más debajo de esa ruptura.
El discurso largo y agresivo contra el comunismo en boca de uno de los conciliadores cambió la historia noruega eliminando el futuro del comunismo como fuerza política en el país, y fue seguido de una auténtica purga a comunistas y radicales de izquierda en el seno del AP- Arbeidsparti-
Fue una auténtica declaración de guerra a los comunistas noruegos.
La atmósfera de ira y confusión ante los hechos de Checoslovaquia benefició la decisión del AP que ya había planeado quedarse con todo el espacio de la izquierda noruega.
Comenzó entonces una purga en el AP para echar a todos los comunistas y a los socialistas más radicales, bajo la supervisión de Haakon Lie, el agente de la CIA.
Por orden de la secretaría del partido, los miembros del partido comenzaron a registrar a sus compañeros de trabajo comunistas y socialistas, lo cual creó una atmósfera favorable para la implementación de los planes de formar parte de los países fundadores de la OTAN cuya andadura comenzaría unos meses más arde.
El NKP- partido comunista noruego- tenía entoces una fuerte representación en el Parlamento.
Esta situación no era favorable para que que el capital desplegase "libre y adecuadamente en Noruega" y para que el camino a la firma de los acuerdos con la OTAN no presentase obstáculos, dejando clara la orientación burguesa del AP.
El ataque contra los comunistas noruegos del NKP, un partido con el que el AP había estado negociando colectivamente unos años antes, no contenía argumentos políticos, pero estaba lleno de agitación venenosa, insinuaciones viles y trucos demagógicos.
Los que habían sido sus compañeros de lucha unos años antes se convertían debido a las nuevas perspectivas de futuro del AP en enemigos declarados.
"Lo que puede amenazar la libertad y la democracia del pueblo noruego es el peligro que representa el Partido Comunista Noruego en todo momento. La tarea más importante en la lucha por la independencia de Noruega, por la democracia y el estado de derecho, es reducir la influencia del Partido Comunista y el Partido Comunista tanto como sea posible. "
La persecución iniciada en 1948 continuó durante varias generaciones, no porque los comunistas noruegos durante varias generaciones. No porque los comunistas hubiesen hecho "ilegalidades", sino para asegurar su propio poder y eliminar a los opositores.
Hubo vigilancia personal, acusaciones falsas y distorsión de los esfuerzos de los comunistas durante la guerra. En resumen, el uso de todos los métodos para asegurar su poder. Los resultados han sido excelentes. El AP es el gran representante de la "izquierda " noruega desde 1948.
El discurso de Kråkerøy inició una caza de brujas a los comunistas. El método consistía en no atribuir ninguna cualidad positiva a los comunsitas y en calificarlos contínuamente como peligrosos para la democracia, Muchos comunistas perdieron sus trabajos y algunos incluso se suicidaron ante el miedo a ser represaliados.
También dio lugar a una denuncia generalizada en la sociedad y en el lugar de trabajo.
Los comunistas que habían estado cautivos en campos alemanes, que habían sufrido por la defensa de la libertad de su país se encontraron perseguidos en su propia casa.
Los noruegos que habían crecido en familias comunistas, quienes escuchaban de sus abuelos los sufrimientos por la defensa de la libertad no daban crédito al discurso de 1948. "Kråkerøytalen" o el discurso de Kråkerøy marcó la vida de muchas familias de comunistas.
Los familiares de comunistas eran perseguidos y espiados. Se abrieron expedientes de cientos de páginas en cuya tapa aparecía el nombre del espiado, sus datos personales, si era casado, si tenía hijos, con quién estaba casado, donde vivían y donde trabajaba, si no había tenido actividad política con comunistas se subrayaba que había crecido en un ambiente comunista.
Expedientes que demostraban que se habían espiado familias durante decenas de años: control de llamadas telefónicas, apertura de cartas o regalos de Navidad etc, no solo de los espiados hijos de comunistas, sino también a los hijos de los hijos y a las esposas de comunistas.
Así se ganó el AP todo el espacio de la izquierda noruega.
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