La prensa europea, portavoz de las élites, sigue calentando los ánimos en la guerra. Ni una palabra sensata en un periódico. Solo leña al fuego.
El jueves y el viernes, los jefes de Estado de los cuarenta y cuatro países europeos que apoyan a Ucrania, se reunieron en Praga, para la cumbre de la Comunidad Política Europea, comunidad propuesta por el Macron en mayo.
La forman los países de la Unión Europea (UE), a Gran Bretaña y a una docena de países situados en la frontera occidental de Rusia
Nunca Praga estuvo más fea y nunca más siniestra.
La cumbre inauguracional de la CPE llamó a armar a Ucrania contra Rusia, incluso después de que el jefazo Joe Biden avisara sobre el peligro del "Amagdeón nuclear", incluso después de que Zelensky propusiera lanzar ataques preventivos contra Rusia.
Allí estuvo esta criatura infame dando otro discurso de horror y muerte y la cumbre lo escuchó y lo aplaudió.
¿Dónde vamos con esta gente en el poder ?¿Qué van a hacer los pueblos pisoteados?
Terminada la cumbre Macron dijo lo que se esperaba que dijera, que siguen armando a Ucrania, aunque dejen a Europa sin energía, aunque desencadenen la extinción de la civilización humana.
Macron abrazó a Zelensky, sus abrazos pasaran a la Historia de la infamia de la humanidad. Y dejó claro que la cumbre era más de lo mismo.
Pero lo que se sintió y de lo que se habló poco es que los miembros de la CPE no son un grupo compacto. Cada uno tiene sus ideas sobre sus propias fronteras, lo que hace cada vez más peligroso el polvorín ucraniano.
Olaf Scholz saludó la cumbre del CPE, con un "Todos estamos apoyando a Ucrania de formas muy diferentes: financieramente, con ayuda humanitaria, y muchos también están suministrando armas, como hace Alemania'.
La UE sigue aumentando masivamente la ayuda militar a Ucrania contra Rusia. Las fábricas armamentísticas echan humo. Pero quién paga esto ¿un pais en quiebra?
En Praga, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, instó a los países de la UE a entregar modernos tanques a Ucrania. Lo ideal sería tanques Leopard 2, por ejemplo, dijo a la AFP, refiriéndose al principal carro de combate alemán. Según Macron, Francia está estudiando la posibilidad de suministrar más obuses César a Ucrania. Se está discutiendo, según AFP, entre seis y doce César más, que originalmente estaban destinados a Dinamarca.
Para derrotar a Rusia las potencias europeas están dispuestas a arriesgar la Tercera Guerra Mundial, dejando de lado la amenaza del Armagedón nuclear. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayó que se toman en serio las amenazas del presidente ruso Vladimir Putin, pero que no se dejarán chantajear por sus palabras.
Los belicistas de los medios de comunicación difunden agresivamente la mentira de que el miedo a la amenaza de una guerra nuclear es peor que la propia guerra nuclear. Que es peor rendirse que aceptar las bombas que queman a cientos de miles de personas en pocos segundos. Eso dicen y luego se van a celebrarlo en un hotel de cinco estrellas con champagne.
Scholz, Macron y otros están presionando imprudentemente hacia adelante con una guerra contra Rusia, a pesar de que todos ellos y Biden saben que el mundo podría ir en una conflagración.
Y esto unos días antes de que Putin respondiera a los ataques terroristas ucranianos por la vía dura, con ataques masivos sobre Kiev y las principales ciudades ucranianas, con misiles de precisión contra las infraestructuras y redes de energía, comunicaciones, transporte, electricidad, industria y centros de mando militar y depósito de armas.
El estallido político y social se huele en la eurozona.
Los ucranianos y europeos celebraron por poco tiempo el ataque el puente de Crimea. ¿Qué sentido tuvo eso sino provocar la respuesta de Putin? ¿Por qué quieren que Putin agrave la guerra?
Solo para poner en titulares que Putin ordena el mayor ataque con misiles golpeando al menos diez ciudades y que eran áreas civiles.
Provocar a Putin para condenarlo no está dando resultado en sus apoyos internos. Rusia se siente amenazada por EEUU y la OTAN y entienden las respuestas de Putin como justas y necesarias. En Rusia tienen claro que Ucrania es la platadorma para entrar a destruir su país.
Mientras los ucranianos buscan refugio y los europeos se enfrentan a la miseria, el miserable Zelensky celebraba el ataque terrorista al puente de Crimea como un ataque patriótico y Estados Unidos y su organización criminal salían corriendo a la palestra para considerar los ataques rusos como un acto criminal.
¿Aquí no hay un ser humano cuerdo?
El G7 se reune mañana para adoptar una decisión a los ataques masivos. No habrá ahí una sola voz que grite Vamos a negociar, vamos a parar este delirio.
Putin al que consideraban acabado y del que solo daban noticias negativas, sobre su estado de salud, sobre sus apoyos en el interior de Rusia, sobre su reserva armamentística, sobre su incapacidad de salir del agujero de las anexiones, les ha dejado claro que si no lo paran el baile acaba de comenzar. Lo de antes era una operación militar especial que desde ya es la guerra.
A la caída del Muro de Berlín, en Dresde, se enfrentó a las multitudes que asaltaron la sede de la Stasi, la policía política, y luego fueron a la del KGB, donde estaba el mayor Putin y cuatro guardias armados. Putin bajó las escaleras, sacó su pistola y les dijo a los manifestantes que tenía diez balas y las emplearía en defender la soberanía soviética del edificio guardándose una para él.
Volvió a entrar en el inmueble indemne y los indignados pasaron de largo.
Con un tipo así no hay que jugar.
Pero estos delincuentes tienen refugios nucleares y champagne.
La única fuerza que debe movilizarse contra el impulso bélico de las élites gobernantes es la clase obrera europea e internacional.
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