Supe por primera vez de la existencia de Jonas Gahr Støre el día siguiente a la matanza de Utøya, cuando dijo que "La ocupación de Israel sobre Palestina debe terminar, el muro se debe demoler, debe hacerlo ya". Hoy el entonces Ministro de Asuntos Exteriores es Primer Ministro Noruego.
Jonas hizo campaña sobre la hora de la gente corriente. Aunque él no es gente corriente. Perteneciente a una millonaria familia de Oslo, heredera de la fábrica de chimeneas Jøtul, su fortuna ha ido creciendo gracias a grandes paquetes de acciones. Estudios universitarios en Paris, doctorado en Londres, profesor en Harvard no es un curriculum de gente corriente, pero parece ser que se puede ser un tipo corriente, aparte de sus finanzas ( él mismo lo dijo, que todo en su vida es corriente menos sus finanzas) y participar en el gobierno de Jens Stoltenberg como Secretario de Estado y Jefe de Gabinete: El gobierno Stoltenberg supervisó la privatización más generalizada de la historia de Noruega.
Støre estuvo siempre a la derecha del AP- laborismo noruego- junto a sus mentores Brundtland y Stoltenberg. Fue precisamente cuando este último se puso el cinto y las pistolas y se fue a dirigir la OTAN cuando Støre lo sucedió a la cabeza del partido
Su idea era una izquierda de derechas, partidaria de los buenos negocios. Su puesto a la cabeza del AP consolidaba el giro a la derecha que ya había sentenciado Stoltenberg y que había sido iniciado en aquel aciago discurso de Kråkeøya por el que se inició una auténtica caza de brujas sobre los comunistas.
El AP se parece tanto a la derecha, que parece ser que la función de los dos partidos es divertir a un electorado aburrido de la abundancia.
Aquel discurso en Utøya hizo muy popular a Støre, pero como cualquier discurso de la socialdemocracia, agua de borrajas. Palabras para vestirse de domingo porque cuando se presentó como candidato en 2017 su posición ante Israel era de amigos y colegas.
Y no solo en 2017, en 2006, antes de la masacre de Breivik, ya había declarado que Noruega apoyaba activamente el derecho de Israel a vivir en paz y seguridad dentro de fronteras defendibles. Declaración enviada al Ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Silvan Shalom, para calmarlo porque la entonces Ministra de Finanzas, Kristin Halvorsen, había pedido un boicot a Israel. El Ministerio de Relaciones Exteriores temía que las acciones de Halvorsen pudieran dañar las relaciones diplomáticas con Israel y Estados Unidos. Por lo tanto, reaccionó rápidamente
Tras los ocho años de gobierno de la derecha junto al partido racista FrP, encargada de limitar el estado del bienestar, Støre llega con el rojo desteñido. Nada de tratos con los verdes ni con Rødt ( este último viendo las encuentas buenas es ha lanzado a adorar a Ucrania como al becerro de oro)
Los noruegos son como son. Les gustan los discursos lacrimógenos y los congresos sobre ética y están convencidos de que son el pueblo elegido para enseñar al mundo todo lo que de bueno hay en el mundo; pero una cosa son las palabras y otras las coronas.
Lo verde se defiende en Àfrica, Latinoamérica y Asia, en Noruega hay que seguir viviendo bien, para eso tienen petróleo y la mayor parte del electorado votó a favor de mantener y extender la dependencia del país de la explotación de hidrocarburos, un área que representa entre 15 y 25% de la producción nacional y cuya gestión mediante un enorme fondo soberano convirtió a Noruega en uno de los países más ricos del mundo
A Støre no le gusta ondear la bandera noruega el Primero de Mayo, algo muy simbólico en Noruega porque los nazis habían impedido su despliegue, pero si le gusta atacar a las fuerzas más a su izquierda en sus discurssos. No por algo fue el tipo que, con Stoltenberg, privatizó infraestructuras, salud y transporte y promovió las nuevas industrias como la salmonicultura, controlado por millonarios de extrema derecha. Al fin y al cabo los laboristas escandinavos están neutralizando a la extrema derecha usando sus banderas, en Dinamarca Frederiksen le robó el discurso migratorio al fascismo danés, adoptando la política antiinmigratoria más dura de Europa.
Støre sabe que el pasado y el presente de Noruega es el petróleo. Equinor, la empresa pùblica posee más de la mitad de las acciones. Las ganancias petrolearas van al llamado Fondo Soberano o Fondo de Pensión Global del Gobierno, que solo puede invertir en divisas extranjeras. El fondo soberano fue uno de los elementos fundamentales para que Noruega atravesara la pandemia y la recesión asociada de manera bastante holgada.
Equinor avisó antes de las elecciones que no tenía en vista ninguna restricción a sus planes de exploración y explotación petrolera y eso no molesta a nadie, porque los partidos se alinean en torno a la riqueza del país. La agenda verde se la dejan a los consumidores.
La guerra de Ucrania les ha venido como anillo al dedo. Stoltenberg no para de gritar más OTAN. La guerra hace llover millones sobre el país de los fiordos.
Las empresas armamentísticas noruegas estan que arden con el abastecimiento a Ucrania y de tanto y el petróleo ha encontrado en las sanciones a Rusia su dorado.
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