"Ucrania afirma que sus tropas avanzan para reconquistar toda la provincia de Járkov"
"Zelenski pide a Occidente acelerar las entregas de armas"
"Blinken afirma que las fuerzas de Kiev han hecho “progresos significativos” gracias al apoyo occidental"
La verdad incuestionable es que el invierno está a la vuelta de la esquina y que la Europa del Norte y la Central son unos congeladores en invierno.
La gran verdad es que la banda de gánster de la OTAN y del Pentágono si pudiera pondría uno de esos muros que tanto ama entre el verano y el otoño.
La triste verdad es que los miembros del Sacro Imperio Romano Germánico junto a sus fieles satélites no saben que hacer para calentar a sus clases medias.
No saben qué combustible usar para que el agua de la ducha salga calentita y para cargar el tanque del coche para ir al trabajo.
Y todas las verdades juntas se resumen en que están sintiendo la catástrofe sobre sus cabezas y todavía tratan de controlarla con un poco de circo.
La muerte de la reina de Inglaterra les regala un tiempo precioso para que se deje de hablar del castañeo de dientes que va a ser la banda de música oficial del film "Invierno 2022-2023"
Zelensky es como uno de esos concursantes que ha conseguido resistir un año entero, mientras proporcionaba buenos niveles de audiencia a la cadena, pero que ante la caída de popularidad se va pensando en la posibilidad de despeñarlo.
Ensuciarle la camiseta para los diarios de noticias, vestirlo de figurín para Vogue, pasearlo en plasma por los parlamentos y los festivales de cine, ya no les sirve. El viejo furor inicial hace tiempo que es aburrimiento.
En Alemania se discute lo de enviar más tanques y Zelensky se les ha vuelto insaciable. Comienzan a no saber qué hacer con él. La revista alemana Die Welt ya publica, fuera de lo políticamente correcto, que Zelensky es un corrupto. Y viene más
Los ciudadanos europeos se van a preguntar por qué el suelo del baño no está calentito como cuando eran amigos de Putin y por qué se ha elegido el suicidio de manos de un corrupto.
Muchos periódicos siguen diciendo que Putin tiene los días contados. El País anuncia que "concejales" de San Petersburgo piden la dimisión de Putin. No dice el número ni el partido.
Uno o ninguno.
Los yankees y su organización terrorista OTAN pensaron que Putin caería bajo una andanada de bloqueos y sanciones.
El plan era un clásico: Destruimos la economía rusa, echamos a Putin, metemos un Yeltsin adicto al vodka, controlamos el poderío nuclear ruso y nos merendamos a China.
Se eligió a Ucrania porque fue fácil. Si Bielorrusia hubiese sido tan moldeable, ahora habría guerra allí.
Una provocación, un acoso, una guerra y unos discursos sobre la democracia y el deber de apoyar a David frente a Goliat.
El resto ha sido espectáculo televisivo, reallity shows de poca monta para encubrir una guerra más que evidente entre la OTAN, los yankees contra Rusia.
Los actores han sido tan malos que resultaban casi lastimeros:
Es lamentable ver a Borrell mirando como un matón de arrabal, a Macron y su baguette, a Von der Leyen, la aristócrata-demócrata y a Scholz el socialdemócrata con cierta simpatía por el dominio del continente
Quizá Inglaterra sea el mejor retrato de toda esta decadencia. La reina, representante de la vieja gloria, muerta y en su lugar un viciosillo esclavo con su mistress, y los toris tratando de recuperar el cuerpo incorrupto de la Thatcher en el esperpento Tristras ( Liz Truss para los que se llevan mejor con las lenguas anglófonas)
Intentando congelar el tiempo, usando fantoches para detener el imparable tren de la Historia.
Todo lo que está sucediendo es un ejemplo de lo que en buen español se llama "salir el tiro por la culata"
Los imperios nacen, crecen, se reproducen, se desarrollan y mueren. Son como el sacerdote del lago Nemi, que se convertía en el rey del bosque matando al anterior sacerdote, comenzando desde ese día su propia tragedia porque su final estaba escrito ya que solo había un modo de convertirse en sacerdote, asesinando al anterior.
Precisamente en los momentos de agonía es cuando los imperios comenten los errores más grandes.
La guerra económica se ha perdido, la guerra mediática se ha perdido y la guerra militar se ha perdido.
NI Rusia se ha hundido, el 80 por ciento de los países no ha roto relaciones con Putin, es más algunos, cansados del mangoneo de Estados Unidos y sus colonias del Sacro Imperio Romano Germánico, las han estrechado; incluso en Europa, un porcentaje importante de sus habitantes, los más concienciados políticamente han visto el juego antes de empezar. Ni Putin ha caído, todo lo contrario se está convirtiendo en un respetado líder mundial. NI todas las armas enviadas a Ucrania han conseguido evitar el desastre.
Rusia es el único país de Europa que no ha entrado en crisis inflacionaria y energética. El rublo se ha revalorizado y ha triplicado sus ganancias en exportación desde la guerra.
Las naciones europeas más ricas y Estados Unidos tienen en la frente escrita la palabra "crisis total" A la subida estrepitosa del precio de los alimentos se unirá pronto la incapacidad para calentar los hogares de sus acomodados ciudadanos que responderán con conflictos sociales.
Pero esta evidencia no abre los ojos de la soberbia colonialista y racista europea y estadounidense. Siguen alentando el conflicto, alimentando a sus nazis ucranianos, dando portadas y portadas al corrupto Zelensky
No es fácil entender el papel de las élites europeas en este suicidios, ¿qué esperan de todo esto?,¿ qué proyectos tienen que no esa enriquecerse con la industria de la guerra cuando esta industria es precisamente la que más energía consume?
Imagino que se unen al cortejo de la decadencia soñando con los tiempos imperiales.
Se ha perdido todo, y siguen aferrados a lo que nunca se va a ganar.
Lo peor es que se llevan por delante a sus poblaciones y las primeras en caer serán las más damnificadas por la crisis de 2008, a quienes los reyes y presidentes, amigos de visitar a los afectados por erupciones volcánicas e inundaciones, nunca se acordaron de saludar.
Esta Europa huele ya a los crisantemos del entierro de la reina de Inglaterra por no contar con la astucia y la inteligencia de su adversario.
Llegan los días cortos y las noches largas, los cielos de plomo, las colas para pedir alimentos a las casas de caridad y los grandes espectáculos de la gloria europea serán ya edificios poco iluminados, pero eso sí, siempre van a quedar unas bombillas para escribir "No tememos al lobo feroz" "Putin, jódete"
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