Deseamos dormir y despertar el próximo año y que nos cuenten qué ha pasado.
La historia galopa. No nos deja un respiro.
¿Por qué aceptamos todo esto, como corderos que van al matadero? ¿Por qué las voces de unos pocos en unos medios que están en guerra, con su propio bando, tienen la capacidad de convencernos de las mentiras más bizarras?
La respuesta está en muchas ciencias: historia, economía, sociología y especialmente psicología. Estamso adoctrinados. Actuamos como lo hace cualquier miembro de una secta. Los colores brillantes de las televisión deben contener sustancias hipnóticas porque nos creemos que no está pasando lo que está pasando. Por que nos dan a comer una cebolla y nos sabe a manzana.
Para nadie es un secreto que Estados Unidos desde 1945 ha derrocado más de cincuenta gobiernos, muchos de ellos gobiernos elegidos democráticamente, ha interferido en elecciones en más de treinta países para que se vote a quien ellos necesitan para sus intereses, ha bombardeado la población civil de otros treina países, ha provocado autoantentados contra su propia población para justificar acciones venideras, ha saboteado, sobornado y tratado de asesinar a líderes de países que no son de su agrado y ha establecido laboratorios de armas químicas que pueden extender epidemias y enfermedades
Para nadie es un secreto que Gran Bretaña es el colaborador número uno de Estados unidos y que Gran Bretaña es el país más sanguinario, clasista e imperialista de la Historia que se presenta a sí mismo como modelo de democracia y modales.
Para nadie es un secreto el sufrimiento humano que han provocado en nombre de esa entelequia llamada Occidente a la que ellos llaman con una soberbia sin límites "comunidad internacional"
Su libertad pregonada a los cuatro vientos, sus industrias avanzadas, sus medios de comunicación son un velo delicado con el que cubren sus propias fronteras pero que no aplican jamás cuando entran en otros países avasallando, robando y asesinando.
Alguien cuenta muy ufano que es una suerte vivir aquí porque puedes criticar a tus gobernantes mientras que si haces eso en Rusia o China vas a la cárcel. Yo no tengo ni idea si eso es cierto que vas directamente a la cárcel por criticar a Putin en Rusia, pero lo que sí se es que la libertad de criticar en Occidente es un gracioso detalle de los gobernantes para una parte de sus pueblos que no les gusta exportar a los lugares en donde organizan sus guerras y hacen sus negocios. No sé el valor que una familia se encuentra en la calle y buscando en la basura le da a su libertad de maldecir a todos los miembros de su gobierno.
Un atentado terrorista en las fronteras occidentales mueve a todos los dirigentes con abrigos nuevos, encabezando las fotos de las manifestaciones (después de la foto se van, claro) para mostrar que no van a permitir que les toquen su mundo libre. Pero el mismo atentado en uno de los países a los que ellos mismos han llevado el infierno, llamemosle yidahismo por ejemplo, es cosa de esas gentes oscuras y violentas
El nombre del enemigo ha ido cambiado según los intereses americanos. Los chinos, los comunistas, los serbios, los árabes y ahora le llegó el turno a los rusos. No somos enemigos de dictaduras sanguinarias si las dictaduras son amigas de Estados Unidos.
El enemigo solo necesita un requisito: tener algo que Estados Unidos anhela y pretender ser independiente del poder occidental. No fue otro el móvil para acabar con el movimiento democrático de Mossedeq en Irán, de Arbenz en Guatemala, de Allende en Chile o de Lumumba en la República democrática del Congo.
Los intentos de asesinar a Fidel Castro o de sabotear la revolución cubana parecen ya la historia del Coyote y el Correcaminos, los ataques contínuos de la prensa a Chávez y ahora a Putin, no son más que muestras de como funciona el gran monstruo mediático cuando alguien no se doblega a los pies del Imperio.
Pero hasta ahora eran cosas que pasaban a otros. Desde la guerra de Ucrania es algo que le pasa al mismo Occidente. La hidra está devorando sus propias cabezas. Estados Unidos, no Rusia, dispuesta a sentarse a negociar desde el primer día, amenaza con llevar el mundo a la guerra más destructiva desde que la humanidad existe y lo hace ahora porque lo puede hacer, porque tiene puestos militares en todo el Este y en los Balcanes. ¿Por qué Ucrania? Por que es el último tapón fronterizo con Rusia trás el fiasco con Bielorrusia y porque, como en los Balcances fue fácil meter gasolina en las viejas historias y en las diferencias entre los ricos del Norte y los pobres del Sur; en Ucrania encontró el terreno fértil en la gran crisis económica y de corrupción que arrastraba el país trás la introducción a lo bestia del Capitalismo. A esto solo había que sumar discursos nacionalistas con reminiscencias de Bandera y el cóctel explosivo estaba preparado. Ese es el trabajo de empresas con muchos cerebros que ganan sueldos estratosféricos, encontrar todas las grietas donde cabe la dinamita.
Ucrania, empobrecida y destrozada se encuentra ahora en manos de fuerzas fascistas y un gobierno títere de Estados Unidos y desde el gran Occidente venerador de la democracia se envian armas y se respalda a un gobierno neonazi, sostenido por ejércitos neonazis. En su tiempo se respaldó a Hitler. Tampoco hay que olvidarlo.
Las cosas se pueden contar de muchas maneras, se puede contar que Rusia se anexionó ilegalmente a Crimea o se puede contar que tras el golpe de febrero contra el gobierno democrático de Ucrania Estados Unidos intentó incautarse la base naval de Crimea y fracasó porque los rusos la defendieron, como lo han hecho cada vez que el Este ha intentado tocar la península en el centro de tantas guerras.
El objeto de los ataques a personas de etnia rusa en Ucrania no era otro que provocar a Putin para que acudiera en su ayuda, lo cual justificaría todas las acciones contra Rusia.
En un principio estas personas de las repúblicas separadas e incorporadas a Rusia no eran separatistas. Eran personas bilingues, con sentimiento de pertenencia a dos culturas. Pero cuando una de las dos culturas les ha bombardeado y asesinado su postura ha quedado muy clara.
En la prensa de la "comunidad internacional" los ataques a esta población se consideraron anécdotas menores en la gran marea de ucranianos pro Occidente. Y cuando llegó Putin al que llevaban esperando desde hacía años lanzaron su maquinaria de propaganda de guerra fría. Putin el nuevo Hitler fue el único lider que siempre ha estado presente en la condena del nazismo.
Ante el discurso de Putin tras la anexión de las regiones rebeldes todo Occidente se ha rasgados las vestiduras, de nuevo le ponen el bigote del alemán para condenarlo. El discurso de Putin, impecable en su apreciación sobre Occidente, no fue más en la parte del ardor nacionalista que el discurso de un político en guerra que necesita a un pueblo enardecido. Rusia fue cruel con sus siervos, no fue imperialista porque no tenía un capitalismo desarrollado como el resto de los países colonialistas. El Capitalismo necesitaba colonias, el feudalismo ruso siervos y siervos tenía. Putin juega con la historia de Rusia mezclando a Ivan el Terrible con Lenin; pero como es muy inteligente, sabe que las simpatías que el país despierta es por los tiempos de la hoz y el martillo, por el año 1917. Colar a Catalina la Grande entre los revolucionarios y reescribir una historia de Rusia sin lucha de clases no cuela Pero lo suyo era una arenga militar no un ejercicio honrado de historiador.
Estados Unidos está gobernado por un militarismo que va sin freno y cuesta abajo. El Pentágono organiza y realiza operaciones secretas en todo el mundo, aumenta el gasto en armas para Ucrania mientras la casa sin barrer; desigualdad, pobreza, pérdida de libertades y un Trump a la puerta de la esquina dispuesto a dinamitar lo que quede vivo.
La pregunta no es ya ¿ por qué se acepta todo esto, tan evidente, tan poco críptico? La pregunta es ahora ¿ En qué momento dejaremos de tolerarlo y si estaremos a tiempo de construir algo sobre estas ruinas?
"Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?"
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