Porque no voy a hablar del autor de los " Versos satánicos" y su derecho a escribir libremente; sino sobre cómo los medios se han volcado apoyando a la víctima y defendiendo la gran libertad de expresión occidental.
El mundo libre clama por el intento de asesinato de un poeta solo por ejercer su derecho a la crítica religiosa y política en el Islam.
La diosa libertad de expresión salió de nuevo en procesión seguida de un cortejo de hipócritas. ¿No se acuerdan cuando todos éramos Charlie?
Joe Biden alzó su voz condenando enérgicamente el atentado "Salman Rushdie defiende ideales esenciales y universales. La verdad. El coraje. Resiliencia. La capacidad de compartir ideas sin miedo. Estos son los pilares de cualquier sociedad libre y abierta. Y hoy reafirmamos nuestro compromiso con esos valores profundamente estadounidenses en solidaridad con Rushdie y con todos los que defienden la libertad de expresión”.
Boris Johnson declaró su horror ante este crimen contra nuestras libertades “horrorizado de que Salman Rushdie haya sido apuñalado por ejercer un derecho que nunca deberíamos dejar de defender”.
Macron tuiteó su consternación y recordó la figura del poeta "Salman Rushdie ha encarnado la libertad y la lucha contra el oscurantismo"
Olaf Scholz, el canciller alemán, también se apuntó a la solidaridad con Salman Rushdie " El mundo necesita gente como tu, que no te has dejado intimidar por los que odian la libertad de expresión"
Justin Trudeau, desde Canadá, condenó el “ataque cobarde” contra el novelista Salman Rushdie, calificándolo de “ataque a la libertad de expresión”.
El primer ministro australiano tampoco quido quedarse atrás. Anthony Albanese dijo "Esta violencia sin sentido contra un autor célebre es también un ataque a la libertad de expresión mundo
Hemos elegido entre todas las condenas occidentales a este hermoso y florido bouquet de los censuradores de la prensa, literatura, música y artes plásticas rusas.
En realidad estos tipejos tienen a Salman Rusdhie en la lista de gente que les importa una mierda, pero hay que clamar por la libertad de esprexión occidental frente a la intolerancia rusa y la intolerancia islámica.
Es una buena ocasión para echar flores al Occidente glorioso donde todo se puede escribir y decir y para advertir que nuestras "libertades" se ven amenazadas.
Todas estas personalidades, adalides de la libertad de expresión, que pusieron su firma en la censura a Tolstoi y obligaron a un director de orquesta a declarar sobre su ideología antes de mover la batuta, son las mismas que hundieron la cabeza en los hombros y silbaron mirando al suelo mientras se cometía el peor crimen que se ha cometido contra la libertad de expresión en los últimos años: la extradición y condena de Julian Assange.
Assange condenado por revelar unos supuestos "secretos oficiales." es solo un periodista que descubrió algo siniestro y consideró que tenía que darlo a conocer a la opinión pública.
Todos estos señores horrorizados con el poeta de origen indio, (al que dieron la nacionalidad británico-norteaméricana en un gesto de protección bajo el mando de las libertades occientales)- se convertieron en avestruces enterrando la cabeza en el suelo cuando se atacó la libertad de expresión occidental de la peor forma que se puede hacer, negando a las gentes a conocer los horribles actos criminales que se estaban cometiendo amparados por el sello "seguridad nacional"
A Salman Rushdie se le apoya no por lo que ha escrito, la mayoría de sus defensores no habrá leído un poema suyo, o a lo más se habrá metido en wikiquotes para recitar algo que venga a cuento; sino por los enemigos que tiene, por quien levanta el puño contra lo que ha escrito.
Salman Rushdie es el símbolo que gusta tanto a Occidente. Al liberalismo, al neoliberalismo, a la socialdemocracia, al conservadurismo occidental les alegra apoyar a un refugiado de sus enemigos declarados. Abrigan a Rushdie como abren las puertas a los ucranianos, no por que les importen mucho, yo no he secundado jamás la teoría de los ojos azules y los cabellos dorados; sino porque huyen de un enemigo que Occidente quiere aplastar.
Assange no tiene un enemigo en Irán, ni en China, ni en Rusia. Su libertad de expresión en la "cuna de todas las libertades" le ha costado una celda de aislamiento durante tre años en Londres, en condiciones de "tortura psicológica extrema" según Melzer, que fue experto elegido por la ONU para estudiar la tortura en cárceles. Condiciones que hicieron peligrar su vida.
Julian Assange reveló los crímenes y criminales de las guerras de Estados Unidos en Afganistán e Irak, hizo lo que debe hacer un periodista, informarse y contar la verdad. El mundo libre lo ha condenado por el modo en que lo hizo, violando secretos de estado.
Es decir que los secretos de Estado, si son crímenes y amparan criminales, deben estar protegidos hasta el extremo de destrozar la vida de un periodista que los descubrió y los dio a conocer.
Julian Assange fue castigado, injustamente encarcelado y amordazado y se le impidió informar. Mientras los crímenes y los criminales quedan impunes y absueltos.
El 17 de julio ese mismo Boris Johson horrorizado por el apuñalamiento de Rushdie ordenó su extradición a Estados Unidos donde puede ser condenado a muerte o a 175 años de cárcel, es decir cadena perpétua.
Occidente, el símbolo universal de todas las libertades, solidaridades, buenas formas y buenos gobiernos, tienen a un tipo encarcelado, a uno de los suyos, a un periodista estadounidense comprometido firmemente con la libertad de expresión, porque publicó documentos que demuestran que en Occidente no hay libertad de expresión y que este maravilloso "mundo libre" estaba cometiendo crímenes, torturas y atrocidades contra pueblos lejanos con el único objetivo de robarles sus materias primas.
Mientras santifican a Salman Rushdie por ser capaz de ser irreverente con el Islam, el derecho de Assange a la libertad de expresión se ignora, ridiculiza o se criminaliza.
Es necesario hacer analogías para entender que detrás de la costra de la propaganda libre Occidental, solo hay gobiernos e intereses tan oscuros como los del más fundamentalista de los gobiernos religiosos.
El derecho a la vida de Rushdie fue amenazado por jefes religiosos por poner en entredicho los dogmas que los mantienen en el poder
El derecho a la vida de Assange fue y está siendo amenazado por cuestionar y poner en entredicho la base moral de Occidente, por demostrar que tal base no existe más que en las librerias.
Aunque desde el asunto de la guerra de Ucrania, las librerías también han cerrado secciones para que no leamos a gentes que piensan mal.
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