En la página de la OTAN puedes elegir leer las noticias en inglés, francés, ruso y ucraniano y en estos cuatro idiomas puedes leer a su secretario general Jens Stoltenberg complacido por el anunicio anunciar de la próxima reunión de Jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN en Vilna los días 11 y 12 de julio de 2023.
El objetivo no se oculta, en la misma presentación del encuentro lo dicen sin subterfugios " La reunión en Vilnius será una oportunidad para que los Jefes de Estado y de Gobierno Aliados acuerden más pasos para fortalecer nuestra disuasión y defensa y revisar aumentos significativos en el gasto de defensa, así como continuar nuestro apoyo a Ucrania. En una era de creciente competencia estratégica, el vínculo transatlántico entre Europa y América del Norte en la OTAN sigue siendo esencial para la seguridad de nuestros mil millones de ciudadanos"
En vísperas de esta cumbre se hace evidente la presión yanqui sobre sus "aliados" europeos para que aumenten aún más los gastos militares, gastos militares que suponen ingentes ventas de armas estadounidenses a sus clientes europeos.
Estas armas made in USA ya representan cerca de la mitad de los arsenales europeos
Washington usa un verbo muy significativo: "presumir", para indicar que siete miembros del Bloque Atlántico tienen un gasto de guerra superior al 2% del PIB Presumir significa mostrar con orgullo.
El despilfarro del presupuesto público en tanques, vehículos blindados, helicópteros, cazas y barcos de guerra deben ser motivo de orgullo nacional.
Francia, en su deseo de liderar la Europa de los locos, se ha puesto a la cabeza, orientando el gasto a la producción de cazas de 6ª generación “Debemos desarrollar una base tecnológica e industrial de defensa auténticamente europea en todos los países involucrados”, dijo Emmanuel Macron en Bratislava en la conferencia GLOBSEC a fines de mayo.
Lo que no contó es que el primer prototipo del nuevo caza europeo no saldrá hasta 2027 y su producción en serie se iniciará en 2040 cuando la Unión Europea, tal y como existe hoy, habrá desaparecido y el mundo será muy diferente al actual, con la guerra de Ucrania finiquitada y probablemente Estados Unidos en guerra civil. Pero la mayoría de los países de la Unión, como es el caso de España, que no puede permitirse este tipo de inversiones a largo plazo, bajo la presión de Estados Unidos, se está orientando hacia los F-35 americanos.
La única industria que puede salvar a Estados Unidos de la aceleración de la debacle económica, es la armamentística. La venta de sus armas a Europa significará una mayor desindustrialización europea: un hecho de vital importancia para EE.UU.,además de la capitalización de los gigantes de la defensa como Lockheed Martin y Raytheon que están en declive. EE. UU. intentará resolver con los aliados europeos los problemas de su propio complejo militar-industrial.
En 2022, los países europeos de la OTAN, aumentaron un 13% el gasto militar, alcanzando la suma de 345.000 millones de dólares, casi un tercio más respecto a la década anterior . Como no podía ser de otra manera, en gran parte como reacción a la invasión rusa de Ucrania.
Macron y el comisario de la UE para el mercado interior, Thierry Breton, apuntan al desarrollo del complejo industrial europeo: "Nuestro plan es apoyar directamente, con fondos de la UE, el esfuerzo para fortalecer nuestra industria de defensa", dijo Breton.
También en este caso, por supuesto, se está haciendo "por Ucrania y por nuestra propia seguridad".
Pese al optimismo bélico de Macron, en materia de armas, Europa sigue dependiendo de EE.UU. Si bien las empresas europeas fabrican de todo, desde el caza francés “Rafale” hasta el tanque alemán “Leopard” y el sistema portátil polaco “Piorun”, el tamaño de la industria armamentista estadounidense y su innovación tecnológica es mucho más atractiva para las empresas bélicas europeas.
Obviamente esto procede de la invasión rusa de Ucrania.
Así, varios países europeos están comprando los misiles antitanque "Javelin" de Raytheon y Lockheed Martin; Polonia firmó un acuerdo de $ 1.4 mil millones para 116 tanques "Abrams M1A1" y otro acuerdo de $ 10 mil millones para sistemas de misiles de artillería de alta movilidad Lockheed Martin; Eslovaquia apunta a los F-16, mientras que Rumania a los F-35. España es socio en el desarrollo del caza europeo Future Combat Air System, pero también pone su mirada en el F-35.
Y todo esto porque hay que seguir enviando material a Ucrania. Todo ello tras décadas de contracción de la industria de defensa europea.
Europa no puede adaptarse a las necesidades de guerra y a un mercado tan expansivo. La única salida por el momento es comprar armas americanas aumentando los presupuestos de guerra. Alemania destina un fondo especial de 100.000 millones de euros "tras la invasión rusa a Ucrania", mientras que Polonia alcanza el 4%. del PIB este año.
Por otro lado, las empresas europeas necesitan plazos de entrega más largos y contratos a largo plazo para realizar las inversiones necesarias. Hasta ahora, el capital yanqui tiene un buen juego.
Anatol Lieven, del Quincy Institute for Responsible Statecraft, repasa las "maravillas" de la guerra moderna, que Ucrania utiliza bajo los estrictos dictados de la OTAN: reconocimiento por satélite, drones asesinos, artillería de alta precisión. Maravillas que, dice Lieven, han "llamado la atención de las democracias modernas y que permiten la victoria sin el sacrificio de un número significativo de soldados y, en consecuencia, sin protestas de la población".
Pero esta guerra aséptica y maravillosa de drones brillando en el cielo, se delata como una falacia en Ucrania, donde sigue vigente la importancia fundamental, presente en el espíritu de Stalingrado, Verdun y Austerlitz, de la intervención de un gran número de infantería bien entrenada.
Esta guerra solo puede realizarse con el servicio militar obligatorio “Cuando se enfrentan a una guerra que requiere servicio militar obligatorio, la mayoría de los países de la OTAN se niegan a luchar o pierden”, dice Lieven.
El factor principal, es decir, la moral entre enormes masas de soldados, es hoy difícil de lograr, tal vez excluyendo pequeñas formaciones profesionales o mercenarias. En todos los demás casos -quizás Lieven se esté refiriendo al posible envío de contingentes estadounidenses y europeos a Ucrania- será muy difícil crear esa moral incluso entre los soldados profesionales de la OTAN, o entre la población civil de estos países. He aquí un ejemplo concreto: Rasmussen es danés, dice Lieven; sin embargo, guarda silencio sobre el envío de daneses a Ucrania. La razón es clara: conoce demasiado bien a sus compatriotas y a su ejército
Pero pese a todos los problemas que Ucrania supone para Europa, la Unión Europea no da marcha atrás y de nuevo se dirige a la cumbre con el mismo discurso: armas, guerra, Ucrania.
El que parece un poco en declive es Zelensky porque es un producto ya muy explotado.
Pero esa guerra larga apoyada por una sociedad poco dado al pensamiento crítico, se encuentra con un escollo: Una cosa es poner una bandera de Ucrania en tu balcón y otra hacer sacrificios eocómicos o enviar a sus hijos en nombre de la "libertad ucraniana".
Fuente: Vertice Nato di Vilnius. Il complesso militare-industriale ha deciso: la guerra must go on! Fabrizio Poggi
Comentarios
Publicar un comentario