Cuentan que los romanos cuando llegaban a tierras germanas y sentían el olor de la grasa de animal con la que freían sus alimentos vomitaban de asco.
Los pueblos mediterráneos éramos ricos en buenos alimentos y para freír usábamos nuestro aceite de oliva.
En mi casa siempre se dijo papas ( como se dice en América, y como se debe decir, no patatas que es un error de interpretación)y las papas se freían en aceite de oliva con menos grados de acidez , y los huevos, y a las ensaladas se les echaba aceite de oliva bien potente.
El aceite de oliva "espelota" decían en mi pueblo. Cuando un niño había estado enfermo o se había quedado muy flaco se le daba pan con aceite de oliva para engordarlo. Eso era espelotar.
Un hoyo de pan con aceite de oliva era un trozo de hogaza con un agujero lleno de aceite y luego se apretaba para que se empapara bien. El chorizo y la morcilla cuando se empezaban a secar se conservaban en aceite de oliva.
Y hete aquí que un importante laboratorio de científicos, médicos, nutricionistas y otras gentes más listas que nosotros, los tontos de pueblo, nos dijeron que hacíamos mal. Que el aceite de oliva nos estaba matando, que era malo, y que lo que era delicioso para la salud era el aceite de soja y el de girasol. Después alentaron a los campesinos, que siempre habían sembrado trigo, cebada, avena, yeros y legumbres, que tenían que sembrar girasoles.
La verdad es que los campos de girasoles eran muy bonitos, pero nadie les dijo que las hermosas flores amarillas tienen raíces hondas y que destrozan la tierra, que un campo de trigo necesitaba un barbecho cada tres años y el girasol necesitaba un año de siembra y tres de barbecho para recuperar la tierra. Y los campesinos con poca tierra, los más pobres, no podían sobrevivir a ese cambio.
Mi madre no creía a aquellos "enteraos" y siguió comprando aceite de oliva, al menos para las ensaladas, la tortilla de papas, el gazpacho y el ajo blanco, pero freía con aceite de girasol.
Pocos años después otro laboratorio nos dijo que teníamos que volver a nuestro preciado aceite de oliva, porque era lo mejor del mundo, la dieta mediterránea era la número uno mundial y los mediterráneos éramos los más felices del mundo gracias al aceite de oliva.
Después en el Mediterráneo empezamos a arrancar y sembrar olivos al ritmo que nos imponía el Sacro Imperio Romano Germánico que no tiene un olivo en sus boscosas tierras.
Ahora toca al gas fósil.
Europa es pobre en recursos.
Por ello, para ser rica sin recursos, ha rapiñado y expoliado. Cuando se dividió el Imperio Romano la parte Oriental sobrevivió mil años, porque era rica, tenía oro, tenía los estrechos de los Dardanelos y el Bósforo por donde pasaba el comercio de los anhelados productos de Extremo Oriente, tenía las industrias de las viejas ciudades fenicias, las egipcias que llevaban mil años funcionando, las escuelas griegas, los campos de cereales rusos... El Occidente bárbaro sin Oriente no era nada. Y sigue sin serlo si no expolia, pero eso es otro asunto.
Europa, el Norte y Centro, especialmente es pobre en materias primas y recursos. A eso vamos.
Pero tiene vientos, tiene sol y ríos y montañas. Con eso tiene que gestionar su mundo verde y buscar la energía para "salvar el planeta"
Aquí viene ahora el asunto del aceite de oliva. la Unión Europea inició un debate: ¿Es el gas una energía verde? ¿Son las centrales nucleares energía verde?
Si, señoras y señores que lucharon para retirar esos monstruos de sus campos, estaban equivocados, como los andaluces friendo huevos, porque la energía nuclear es verde.
El Parlamento ha desestimado una moción contra la inclusión de la energía nuclear y el gas como actividades económicas medioambientalmente sostenibles.
La Comisión considera que la inversión privada en gas y energía nuclear tiene su papel en la transición ecológica, por lo que ha propuesto que determinadas actividades relacionadas con el gas fósil y la energía nuclear se consideren actividades de transición que contribuyen a mitigar el cambio climático. La inclusión de tales actividades está limitada en el tiempo y ha de cumplir unos requisitos específicos en condiciones de transparencia.
Eso de limitado en el tiempo y los requisitos, se llama en Andalucía vendernos la cabra , y es solo para quienes todavía conservan fe en las instituciones europeas debido al marketing del actor secundario Zelensky.
Lo del gas fósil ha dejado de lado que cuando se quema cualquier combustible, se produce dióxido de nitrógeno, un contaminante del aire nocivo y lo de las centrales nucleares, que nos venden como que no lanzan gases efecto invernadero, pasan por alto la posibilidad de accidentes nucleares. Se olvidaron de Chernóbil y Fukushima, se olvidaron de los residuos radiactivos, y de la necesidad de expoliar uranio, de la destrucción de ecosistemas marinos y de lo buena que es la energía nuclear para producir bombas.
El parlamento europeo quiere salvar el culo a los millonarios europeos, si alguien cree que allí queda un mínimo de decencia, lo felicito, porque en estos tiempos la sagrada ingenuidad puede ser una ventaja para no morir de asco. como los romanos cuando olían el tocino bárbaro.
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