"—¡Ay! —respondió Sancho llorando—. No se muera vuestra merced, señor mío, sino tome mi consejo y viva muchos años, porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir sin más ni más, sin que nadie le mate ni otras manos le acaben que las de la melancolía. Mire no sea perezoso, sino levántese desa cama, y vámonos al campo vestidos de pastores, como tenemos concertado: quizá tras de alguna mata hallaremos a la señora doña Dulcinea desencantada, que no haya más que ver. Si es que se muere de pesar de verse vencido, écheme a mí la culpa, diciendo que por haber yo cinchado mal a Rocinante le derribaron; cuanto más que vuestra merced habrá visto en sus libros de caballerías ser cosa ordinaria derribarse unos caballeros a otros y el que es vencido hoy ser vencedor mañana"
Don Quijote de la Mancha. Segunda parte Capítulo LXXIIII
El hombre simple, de la calle, le dice al idealista, al caballero soñador, que no se muera, que no se deje llevar por la melancolía, que no se deje vencer y que la victoria espera mañana.
Nuestra sociedad es hoy ese don Quijote convertido en Alonso Quijano, dejándose morir porque sin el loco don Quijote, qué pinta en el mundo el hidalgo Quijano o Quijada, tan mediocre en fortuna y en ideas?
Quizá los quijotes somos los que no nos hemos dejado vencer por la desesperanza y seguimos tratando de ver que podemos hacer algo si luchamos. Luchar es no callar. Luchar es animar a quien se ha dejado vencer por el desaliento.
El pesimismo y el desánimo social es el objetivo de todos esos medios que todos los días te hablan de guerra, de Putin, de bombas atómicas, de miedo.
Pero el viejo topo de la Historia acaba sacando su nariz a la superficie, incluso cuando el surco parece que está más profundo.
Las crisis son el tiempo de los monstruos, pero también del resurgir de las nuevas ideas.
En todo el mundo, está en marcha un resurgir de la oposición obrera a la desigualdad y la explotación capitalista en la forma de huelgas y protestas.
Y esa Europa blindada en su bienestar, cercada para no compartir sus caramelos, hoy necesita a ese mundo combativo porque ella navega esta vez en la nave de los locos.
Sin clases medias que hagan de colchón estabilizador de la sociedad, la lucha de clases vuelve a tomar su espacio en el cambio.
A tres años del inicio de una pandemia global, probablemente orquestada desde Estados Unidos para acabar con la economia china, a ocho meses del estallido de una guerra en Ucrania que ha provocado hambre, pobreza e inflación para miles de millones; solo las clases trabajadoras tienen algo que decir y solo las clases trabajadoras pueden quitar el control del mundo a esos ciegos imperialistas que, a ojos de todos, sin esconderse ya, están llevando el planeta a la noche nuclear.
La única salida es la igualdad socialista y el decrecimiento económico con reparto. Bienestar, no consumismo. Reparto e igualdad no significan miseria. Austeridad no significa pobreza
La miseria es lo que hoy viven la mayoría de los habitantes del planeta y esa cifra va increscendo. Austeridad es disponer de lo necesario sin derrochar, cuidando de la naturaleza y de todos los seres vivos, desde los humanos hasta las hormigas. Si las hormigas desaparecieran sería un cataclismo en el Planeta, si los humanos desapareciéramos sería un respiro.
Las bombas matan, las hormigas preservan.
La clase obrera existe. El poder mediático se ha encargado de meter a cada europeo, incluso al más desdichado, la idea de que es clase media baja, media o alta. Nadie quiere ser obrero, como si ser obrero fuese una verguenza. Eso se llama ideología del dominante inyectada al dominado para que sea su socio en la empresa, pero sin cobrar nada y llevándose todos los palos.
La clase obrera existe. Y no está atada de pies y manos como intentan también hacer creer esas izquierdas posibilistas que siguen pensando que hay que arañar unas limosnas cuando se está en el pode y tratan de cortar un trocito al pastel, pero sin enfadar al patrón.
La clase obrera tiene un tremendo poder potencial pero activar el cambio.
Pero ello implica liberarse de la camisa de fuerza de los aparatos reaccionarios de los sindicatos y partidos aburguesados, y volverse consciente de su papel como fuerza social revolucionaria.
¿Va a pasar eso? Sí, aunque empiece como un estallido espontáneo, como una jacquerie, una rebelión de la desesperación. Cuando un grupo humano pierde el aire puro, el pan y el futuro, se convierte en una bomba que los medios con sus encantamientos pueden frenar en el tiempo, pero no evitar que estalle.
De poco sirven ahora las arengas de los partidos posibilistas y de los sindicatos acomodaticios, para llevar a los manifestantes a sus casas. La gente va a luchar, está luchando, contra la inflación y el aumento desenfrenado del costo de vida, que se han visto fuertemente agravados por la guerra de EE.UU. y la OTAN contra Rusia en Ucrania.
"En Argentina, unos 5.600 trabajadores del neumático en Bridgestone y Pirelli afectaron toda la producción automotriz del país por medio de una poderosa huelga contra las empresas y los sindicatos propatronales.
En Haití, las huelgas y protestas masivas continuaron por séptima semana consecutiva cuando la infraestructura del país esencialmente colapsa y los trabajadores se están muriendo de sed, hambre, violencia, el coronavirus y ahora el cólera.
En Sudáfrica miles de trabajadores tomaron las calles de las principales ciudades y pueblos para protestar contra la corrupción así como para proteger los empleos y los acuerdos de negociación colectiva de empleadores
En Túnez, se preveen huelgas masivas en las próximas semanas contra las medidas de austeridad del FMI. Los controladores de tráfico aéreo están en huelga actualmente en 18 países africanos, incluyendo Camerún, Mali, Burkina Faso y Costa de Marfil.
También han estallado huelgas en Oriente Próximo y Asia, incluyendo Irán, donde las protestas obreras están coincidiendo con manifestaciones más amplias por el asesinato policial brutal de la joven Mahsa Amini de 22 años por usar su hiyab “de forma inapropiada”.
En el país vecino de Irak, hubo protestas grandes en todo el país el fin de semana contra el aumento de la desigualdad y la pobreza exacerbadas por las décadas de guerra y la ocupación estadounidense.
En Líbano, se produjo una huelga nacional de docentes, mientras los manifestantes irrumpieron en cuatro bancos para exigir sus depósitos. Una mujer de Beirut se convirtió en una heroína nacional después de entrar en un banco con un arma falsa para exigir que le permitieran sacar su propio dinero para pagar por el tratamiento de cáncer de su hermana de 23 años.
En Sri Lanka, las huelgas y protestas de los trabajadores agrícolas e industriales continúan en toda la isla.
También se están produciendo poderosos movimientos huelguísticos en los centros imperialistas. Mientras los Gobiernos derrochan miles y miles de millones de dólares para alimentar la guerra de la OTAN contra Rusia, las masas en ciudades como Londres, Berlín y París se enfrentan a condiciones intolerables, empeoradas por el aumento en el costo de vida.
En Francia, continúan las huelgas de los trabajadores de la energía que han paralizado el 60 por ciento de la capacidad refinadora de petróleo del país. Un cuarto de millón de trabajadores hizo huelga la semana pasada contra el costo de vida.
En Reino Unido, han estallado huelgas de 170.000 trabajadores ferroviarios, del correo y estibadores en Liverpool y Felixstowe, así como de otras secciones de la clase obrera, desafiando el intento de la clase gobernante británica de utilizar la muerte de la reina Isabel II para hacer valer la “unidad nacional”.
En Alemania, se han hecho emplazamientos a huelga ante la expiración simultánea de los contratos de siete millones de trabajadores mientras crecen las protestas por el costo de vida. Se está expandiendo también una ola de huelgas de maestros por Europa, incluyendo en Alemania, Grecia, Noruega, Kosovo, Hungría y Serbia. Los trabajadores ferroviarios también están en huelga en Bélgica. En Canadá, 55.000 asistentes de la educación están preparados para hacer huelga contra el régimen de austeridad del Gobierno de Ford en Ontario.
Más de 125.000 ferroviarios en Estados Unidos están ansiosos por hacer huelga y han comenzado a realizar protestas independientes contra los sindicatos ferroviarios, los cuales están conspirando con las empresas de carga para bloquear una huelga que efectivamente paralizaría la economía estadounidense.
Se están desarrollando huelgas de los transportistas y trabajadores de los almacenes de Sysco en el noreste del país que el sindicato Teamsters dijo que “se podrían esparcir”. Los trabajadores de los supermercados Kroger en Columbus, Ohio, recientemente rechazaron por tercera vez un acuerdo propatronal alcanzado por el sindicato United Food and Commerical Workers (UFCW) y actualmente están siendo obligados a votar sobre el mismo contrato por cuarta vez.
En la costa oeste, 25.000 estibadores han estado trabajando sin contrato desde junio, mientras están expirando los contratos de 50.000 empleados de la universidad de California y 50.000 trabajadores de supermercados en el sur de California. Los trabajadores de Amazon en el almacén JFK8 de Staten Island, Nueva York, realizaron un paro espontáneo ayer después de que la gerencia intentara obligarlos a reingresar en la instalación pese a un incendio parcial en su interior.
Según Cornell University, hubo 180 huelgas en la primera mitad de 2022 involucrando a 80.000 trabajadores, el triple que en la primera mitad de 2021. Johnnie Kallas, director del programa de seguimiento de acciones laborales de Cornell comentó al Guardian, “Parece que las huelgas están aumentando al comienzo del otoño”.
En la medida en que se acerca el invierno en el hemisferio norte, los analistas están prediciendo un estallido incluso mayor de la lucha de clases.
Le llamen como le llamen lo que vamos a ver en la crisis del Capitalismo es la reactivación de la lucha de clases y la reacción capitalista para frenarla.
Verisk Maplecroft advirtió en septiembre que “el mundo se enfrenta a un aumento sin precedentes de protestas civiles, según los Gobiernos de todos los colores tienen dificultades para lidiar con los impactos de la inflación en el precio de la canasta básica y la energía”.
El Foro Económico Mundial reportó la semana pasada que los salarios reales de los trabajadores están cayendo y que “el malestar social está incrementando”. El reporte advirtió que, en muchos países, “los aumentos del gasto son limitados o imposibles, dado que a algunos Gobiernos se les ha agotado el espacio fiscal, reduciendo su habilidad para manejar la crisis del costo de vida”. "
Datos de la web socialist webside.
Los Gobiernos capitalistas están enriqueciendo a la industria armamentística a cambio de vidas rusas y ucranianas y puede que si no se para la guerra de poblaciones del mundo entero
Por lo pronto la pobreza es el resultado de la guerra que Estados Unidos siguen usando como método de control del mundo, pero también hay un resultado paralelo: la recuperación de la esperanza porque un ser humano sin esperanza es un ser humano sin miedo.
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