Europa: el guardián de los derechos humanos en Cuba

La propuesta de resolución común - RC-B9-0436/2021 presentada al Parlamento Europeo sobre la represión gubernamental de las protestas y de los ciudadanos en Cuba, tras unos cuantos "vistos" a  cartas, denuncias, resoluciones y otras palabras biensonantes sobre derechos humanos, considera que en 2021 hubo revueltas en Cuba y que las autoridades reaccionaron de forma violenta, que el régimen bloqueó internet para que no pudieramos saber lo que pasaba, que entre los detenidos hubo activistas, periodistas y líderes de movimientos democráticos, bla, bla, bla.... 

 Después de los quince "vistos", llegan los  considerandos desde la A a la P  y entonces es cuando se nombra  lo que interesa.

 Lamentos, consideraciones, peticiones, solicitudes, recuerdos por  la falta de democracia y libertad en Cuba preceden al asunto clave de la petición: 

  El  Consejo tiene que hacer uso de lo dispuesto en la Ley Magnitski de la Unión. 

El 7 de diciembre de 2020 el Consejo de la Unión Europea adoptó un nuevo régimen global de sanciones de derechos humanos que permitirá a la organización aplicar medidas restrictivas contra personas, entidades u organismos responsables de violaciones o abusos graves de los derechos humanos cometidos en cualquier parte del mundo. Hasta el momento, la Unión Europea (UE) había adoptado sanciones contra países (por ejemplo, contra Rusia, Bielorrusia, Irán, Venezuela, Libia o Corea del Norte), y más recientemente algunas sanciones temáticas relativas a las armas químicas, ciberataques y terrorismo. Este nuevo régimen de sanciones global supone superar las sanciones por países y adoptar un sistema más flexible que permitirá a la UE ser más ágil al no tener que aprobar un marco jurídico específico para cada caso. El régimen de sanciones de derechos humanos la UE, conocido como “ley Magnitsky europea”, está inspirado en la Sergei Magnitsky Rule of Law Accountability Act of 2012, adoptada por los Estados Unidos para imponer sanciones a ciudadanos rusos responsables de la detención, abuso o muerte de Sergei Magnitsky, y de otras graves violaciones de los derechos humanos en la Federación de Rusia.  

Ya vamos entrando en materia. 

   Rusia y Cuba. 

 Dejando de lado que la Unión europea no está en condiciones económicas, sociales, politicas ni morales para dar lecciones de derechos humanos a nadie, dejando de lado que está reunida ahora mismo en Vilna para acordar la prolongación de una guerra y la alimentación sin fin de la industria armamentística, dejando de lado que Macron está masacrado a su población más pobre, que en España una ley Mordaza intocable permite encarcelar a un cantante de rap por sus letras, que en Leipzig la Ministra Faeser llamó extremistas de izquierda y envió a la policía a un grupo de militantes de izquierda partidarios de la activista condenada a prisión por participar en ataques contra neonazis, que  manifestantes belgas protestan en las calles de Bruselas porque sus condiciones de trabajo han empeorado considerablemente en los últimos años y contra los "ataques al derecho de huelga", dejando la rabia e indignación para poder  tocar este tema con cierta racionalidad, la "propuesta de resolución del acuerdo de cooperación y diálogo político UE-Cuba" que será elevada al Parlamento Europeo  solo puede traer reminicencias de los tiempos de la guerra fría y del fascismo que nos está cayendo como lluvia fina en Europa. Nos daremos cuenta cuando estemos empapados. Tarde, claro.

   Este texto vuelve a la superioridad moral de Europa para dedicir sobre los derechos humanos en el resto del mundo, y sobre su carácter de mundo ejemplar e intachable en lo tocante a los valores democráticos y da cuerpo a los peores fantasmas de la pasada "guerra fría", dando voz a las peores falsedades y calumnias contra la revolución cubana, asumiendo de lleno la propaganda de la más rancia oposición, a sueldo de Estados Unidos 

 Ninguna persona que haya pisado siquiera una vez Cuba, podría suscribir, ni remotamente, la serie de grotescas acusaciones, que pintan a la isla como un lugar infernal, donde la gente se desvanece en el aire o es torturada sin derecho a defensa; pero parece ser que los politicos de la Sacro Santa Union " a la luz de la vista del alto representante de la UE a la isla" vieron tales ataques a los derechos humanos que debieron iniciar un ataque frontal  contra la revolución cubana.

  Leyendo la propuesta a una le da por pensar que se equivocaron y el avión aterrizó en Guantanamo, pero estos derechos humanos no son asunto de la Unión, porque aunque engañen a algunos pardillos o fanáticos anticomunistas ( el anticomunismo es la ideología que más dinero ha recibido en el mundo para extenderse)  lo que presenta la mencionada propuesta es la extensión  del chantaje a Cuba llevado a cabo por el gobierno de la Casablanca desde 1964 con  un objetivo muy claro : la desaparición pura y simple del sistema de gobierno, elegido en 1959 por el poder popular, y confirmado desde entonces. La cancelación, también, de quienes, como Venezuela,  se atreven a mencionar la palabra socialismo. 

  Vale la pena destacar tres puntos que ponen sobre el tapete los principios de la vieja Doctrina Monroe.  Solo la Unión Europea está en condiciones de llamar democrático a un sistema, si la UE decide que no lo es, su obligación es actuar para que lo sea.  

El comunismo no es democrático para la Unión, el fascismo de Zelensky sí lo es. La prohibición de partidos burgueses en Cuba es antidemocrático pero la prohibición de partidos y sindicatos en Ucrania es perfectamente compatible con los sistemas justos y equitativos del mundo. 

 El texto es casi un libelo anticomunista. 

-Considerando que el sistema comunista impuesto paulatinamente a Cuba excluye cualquier perspectiva de cambio democrático, pues el artículo 5 de la Constitución cubana establece que el “Partido Comunista de Cuba, único, marciano, fidelista, marxista y leninista” es la fuerza política dirigente superior de la sociedad. y el Estado, mientras que los artículos 4 y 229 definen el sistema político actual como irreversible; que el artículo 3 de la Constitución cubana establece que un sistema basado en un solo partido político se declara "irrevocable"; que el artículo 224 prohíbe a las generaciones actuales alterar la futura irreversibilidad del socialismo, así como el actual sistema político y social; 

-Considerando que el sistema político actual de Cuba es incompatible con las solicitudes de la UE de celebrar acuerdos de cooperación.

- Considerando que el respeto de los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales es fundamental para la UE y es uno de sus principales objetivos en sus relaciones con otros países; la resolución "condena, deplora, desaprueba" e insta a la UE a "suspender de inmediato el diálogo político y el acuerdo de cooperación entre la UE y Cuba"

El Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (PDPC) entre la Unión Europea y Cuba, firmado en diciembre de 2016 y en aplicación provisional desde el 1 de noviembre de 2017, contenía ya una serie de "prejuicios", que ahora se reactivan. 

 Estos ataques frontales que, hoy con más arrogancia que nunca desde  una Europa sin poblaciones organizadas ni ideologías fuertes que puedan hacer frente a la camarilla de políticos belicistas reunidos en torno a la OTAN, pretenden arrinconar los ideales del socialismo, criminalizando sus herramientas y pervirtiendo sus resultados, mientras introducen de nuevo  al fascismo de la historia.