Ir al contenido principal

Bombardeo de Jartum : Operación Alcance Infinito del gobierno Clinton (1998)

Las razones dadas por Estados Unidos para explicar el bombardeo de las supuestas bases terroristas en Afganistán y Sudán fueron menos convincentes que las esgrimidas en las recientes intervenciones militares norteamericanas en Panamá, Somalia, Irak, Nicaragua, El Salvador y en otros países, también justificadas con argumentos dudosos.

Las explicaciones del ataque a Sudán son las menos plausibles. El presidente Clinton y el Congreso han presentado el bombardeo de una fábrica de medicamentos como un ataque antiterrorista en represalia por el atentado contra las embajadas norteamericanas de Kenia y Tanzania. Sin embargo, no existen pruebas de esta relación.

Samuel Berger, asesor de Seguridad Nacional de Clinton, alegó que la factoría de Jartum producía «compuestos químicos utilizados en la composición del gas neurotóxico VX». Pero no hay pruebas que apoyen tales acusaciones. Las autoridades sudanesas remitieron la lista de los 53 medicamentos que se fabricaban en la planta farmacéutica bombardeada. 

Los periodistas que examinaron los escombros sólo encontraron frascos y etiquetas de productos farmacéuticos. Ninguno de ellos pudo confirmar la presencia de gases tóxicos en las proximidades. Las únicas víctimas fueron los sudaneses que resultaron heridos en el bombardeo… no hay informes de personas que hayan sufrido los efectos de gases tóxicos.

La segunda justificación de Clinton para el bombardeo de Sudán fue la relación del Gobierno sudanés con el supuesto «autor intelectual» de los atentados en Africa, Osama bin Laden. 

Las pruebas aportadas: Bin Laden permaneció en Sudán hasta 1996. Pero lo que Washington no ha mencionado es que el régimen sudanés expulsó a Bin Laden antes en un intento de mejorar sus relaciones con EEUU. Washington afirma que Bin Laden tenía inversiones en la planta farmacéutica bombardeada, pero hasta la fecha no tiene documentos que lo confirmen.

Washington acusa a los sudaneses de alojar bases de entrenamiento de terroristas fundamentalistas. Lo cierto es que la CIA patrocinó dichas bases desde finales de los años 70 hasta finales de los 80 con el objetivo de combatir la intervención militar soviética en Afganistán. 

Sin embargo, no está claro qué relación existe entre los veteranos de Afganistán, el Gobierno de Sudán y los atentados contra las embajadas. En este sentido sería igualmente plausible sostener que la capacidad militar y los conocimientos técnicos necesarios para llevar a cabo los atentados contra las embajadas han sido producto de la intensa colaboración que mantuvo la CIA con Osama bin Laden durante una década. ¿Deberían, por tanto, ordenar al Pentágono que lance sus misiles contra las oficinas centrales de la CIA en Virginia?

Las razones presentadas por Clinton para bombardear Afganistán son igualmente insostenibles. Según él, Bin Laden fue el «autor intelectual» del ataque terrorista contra las embajadas norteamericanas. 

El ataque unilateral llevado a cabo por EEUU se hizo contra de las leyes internacionales y de la Carta de Derechos de la ONU, y fue sin duda una acción no provocada. Las instalaciones que fueron bombardeadas en ambos países no estaban relacionadas con el ataque contra las embajadas y, por tanto, los afectados tienen derecho a demandar a EEUU ante un tribunal internacional. 

 Los cargos falsos  y los ataques con misiles son acciones políticas cuyo objetivo ha sido demostrar que EEUU es una potencia mundial capaz de actuar militarmente con impunidad. Los atentados contra las embajadas pusieron de manifiesto la vulnerabilidad del imperio. El objetivo del bombardeo por parte de EEUU de dos países musulmanes de escaso poder era dar una muestra del poder del imperio y de su capacidad de responder con un ataque militar sin contar con una justificación lógica. 

El mensaje de Washington fue el siguiente: más vale no enfrentarse a EEUU… ya se sabe que puede enloquecer.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobre el pueblo judío

La primera cuestión que tenemos que resolver antes de entrar en la cuestión es ¿Qué es un pueblo? El diccionario dice: Conjunto de personas que vive en una población, región o país determinados. Para ser pueblo tiene que haber un territorio y unas personas que lo habitan.   Desde un punto de vista político, el pueblo son las personas que forman parte del Estado, sin ningún tipo de distinciones de raza, género, religión, nivel económico o social.   El pueblo italiano puede ser cristiano o musulmán, seguidor del Nápoles o del Milan. No existe el pueblo musulmán en Italia ni el pueblo protestante en Alemania, ni el pueblo seguidor del Ajaz en Holanda. Los pueblos tienen una vinculación con el territorio y la historia, y esa vinculación tiene que ver con el hecho de haber habitado, ininterrumpidamente durante años un territorio. Por lo que el concepto está ligado a veleidades históricas. Italia no existía antes del siglo XIX. La unificación se produjo a raiz de ideales nacionalistas que s

Occidente sitiado

La guerra entre Rusia y Ucrania que es la guerra entre Rusia, la OTAN y los Estados Unidos es presentada a veces como una vuelta a la "Guerra fría" Pero no hay nada de los elementos un periodo que pueda ser extrapolado al momento actual. En la "Guerra Fría" había dos sistemas políticos, económicos y sociales bien definidos: por un lado el capitalismo, por el otro lado el socialismo realizado. Toda la diplomacia y las relaciones internacionales giraban en torno a esta realidad, incluso los numerosos países no alineados, como Yugoslavia, India y la propia China, se movían en este contexto. Las estrategias militares, incluida la carrera armamentista de las dos superpotencias, EE. UU. y la URSS, no ignoraron el equilibrio de poder surgido de la Segunda Guerra Mundial. Tanto es así que, a pesar de la oposición entre bloques, hubo espacio para que una serie de países, incluidos los europeos, pudieran llevar a cabo iniciativas diplomáticas parcialmente autónomas, que invo

De las Cruzadas al Sionismo

 Los libros de Historia que nos cuentan que en Palestina el pueblo  judio y el pueblo árabe han vivido codo con codo desde hace 250 años, comienzan con un primer engaño.  Los libros de Historia que nos hablan del pueblo judío en su eterno deambular por el mundo, en sus altibajos entre la diáspora y la búsqueda de la Tierra Prometida. El pueblo judío perseguido. El pueblo judio del Holocausto, parten de una gran mentira.   El pueblo judio no existe.   Fueron perseguidos europeos conversos al judaismo desde el Imperio Jázaro.  Europa persiguió y asesinó a su propio pueblo por motivos religiosos. Los judios europeos no son semitas. Incluso en la palabra antisemitismo hay una gran mentira histórica que pretende cimentar la historia de un pueblo judío descendiente del pueblo bíblico, ajeno al territorio que habita.   Existen personas judías, es decir personas que profesan el Judaismo, en todas las partes del mundo. Hay judios polacos, estadounidenses, alemanes o rusos; como hay  cristia