Atención a la prensa internacional y a este nombre Transnistria, porque la guerra no ha terminado con el armisticio en Ucrania.
El periódico el país anunciaba en febrero en titulares "Moldavia teme ser la próxima víctima de los intentos de desestabilización del Kremlin"
La BBC hace tres días nos preguntaba "¿por qué Moldavia teme ser la próxima Ucrania?"
Y la CNN "Por qué Moldavia teme ser el nuevo objetivo de Putin?
Y todos, acto seguido, nombran a "Transnistria, la polémica región separatista de Moldavia que Putin intenta arrastrar a la guerra"
Todos los periódicos occidentales hablan de la amenaza que Putin supone para Moldavia ¿Están preparando a la población europea para que interpreten el conflicto en la Transnistria como un avance de Putin hacia la conquista de Moldavia? Sí.
El día 23 de febrero RT informaba sobre la afirmación del Ministerio de Defensa sobre una "acumulación sifnificativa" de la presencia de tropas ucranianas cerca de la frontera con la república autoproclamada, así como el despliegue de piezas de la artillería y una "intensificación sin precedentes" de los vuelos de drones militares sobre su territorio.
El 1 de marzo informaba sobre la posible entrega de sustancias radiactivas a Ucrania a través de los puertos ucranianos de Odesa y de Chernomorsk y la posible provocación por parte de agentes ucranianos en la república autoproclamada de Transnistria.
Muchos han escuchado por primera vez el nombre Transnistria Antes de que los medios de comunicación de masas preparen su artillería sobre el avance de Putin hacia Moldavia es bueno tener el cerebro bien pertrechado y eso solo se hace investigando y sabiendo
Todos los ingredientes para que Estados Unidos esté organizando la guerra en la zona desde 2019.
Vamonos al principio para entender por qué vamos a escuchar tanto este nombre en el futuro, y por qué la guerra de Ucrania será dada por terminada por Estados Unidos pero no la guerra con Rusia.
Como sabemos la brusca e inesperada caída de la URSS dejó en la región euroasiática una multitud de disputas fronterizas. El carácter federativo del estado soviético tuvo problemas al trasladarse a los nuevos estados independientes.
Una de las regiones que permanecen en un estado pendiente de reconocimiento es la autoproclamada república de Transnistria.
Transnistria está ubicada en Europa del Este, dentro del territorio que anteriormente formaba la República Socialista Soviética de Moldavia, integrada en la URSS.
Limita con Moldavia, al oeste, y Ucrania, al este.
Con una población de unos 133.000 habitantes, la capital de Transnistria es la ciudad de Tiráspol y fue fundada en 1792 por el Mariscal de Campo ruso, Aleksandr Suvórov.
El 2 de setiembre de 1990, unos meses después que el gobierno moldavo hubiera declarado su soberanía, Transnistria reivindicó a su vez la independencia. En nuevo proyecto nacional de Chisináu, esencialmente sostenido por partidarios de una unión con Rumania, fue masivamente rechazado por las poblaciones rusófonas del Este del país.
En 1992 Estados Unidos trató infructuosamente de aplastar militarmente la pequeña Transnistria lanzando contra ella un ejército de individuos reclutados en las prisiones rumanas. La valiente resistencia armada de una población fiel al modelo de los Soviets, principalmente sus mujeres, hizo fracasar aquel proyecto de la CIA.
Cuando Moldavia, alentada por el coronel estadounidense Howard J. T. Steers, quiso ocupar Transnistria, el 14º Ejército, que ya no era soviético sino ruso y contaba con más de 1 000 hombres, recibió de Moscú la orden de no intervenir. Pero miles de mujeres de la población local rodearon la base militar rusa. Los soldados rusos no dispararon sobre aquellas mujeres sino que, desobedeciendo las órdenes del presidente Yeltsin, las dejaron entrar en la base.
Aquellas mujeres se apoderaron así de 1 000 fusiles Kalachnikov, de un millón y medio de cartuchos y 1 300 granadas y el pueblo armado de Transnistria rechazó la embestida del ejército rumano, que seguía las órdenes del coronel Steers.
Esa derrota de la OTAN nunca llegó a mencionarse en Europa. Transnistria se presenta hoy como la única verdadera heredera de la Unión Soviética e incluso conserva lo mejor del sistema soviético, sin sus aspectos autoritarios y burocráticos.
Los moldavos, rusos y ucranianos representan partes casi iguales en la población de la zona: un 32,1%, 30,4% y 28,8%, respectivamente. También un 2,5% de la población son búlgaros. De esta manera, la población eslava constituye un 62% del total de sus habitantes.
Las autoridades de la república emplean tres idiomas oficiales: ruso, moldavo y ucraniano. No obstante, el idioma de la administración, en su mayoría, es el idioma ruso.
El idioma moldavo es considerado como un dialecto del rumano, lengua romance emparentada con el idioma español. En el territorio de Transnistria el moldavo se escribe con alfabeto cirílico a diferencia del resto de Moldavia, donde se utiliza el alfabeto latino desde los años noventa.
Actualmente no es reconocida oficialmente como un Estado soberano ya que para la comunidad internacional la región forma parte de Moldavia.
En 2006 tuvo lugar un referéndum en el que el 97.2% de los votos fueron favorables a integrarse en Rusia. En 2013, el Consejo Supremo de Pridnestrovia aprobó el uso de la legislación rusa en el territorio de la autoproclamada república.
En marzo de 2014 el mismo Consejo Supremo envió una solicitud oficial a la Cámara Baja del Parlamento ruso de elaborar mecanismos legales para integrar Transnistria en la Federación de Rusia. Sin embargo el Kremlin apoyó la integridad territorial de Moldavia, con Transnistria como una entidad autónoma dentro del país.
Históricamente, la región tuvo una mezcla de influencias de varias culturas y etnias.
En la antigüedad, en el territorio de Besarabia,el resto de la Moldavia actual, vivían tribus eslavas, húngaras, tártaras y diversos pueblos nómadas. En el siglo XIII, aparecieron las colonias genovesas, y en el siglo XV, la región se sometió a la influencia otomana. En 1812, tras una guerra turco-rusa, Besarabia pasó a formar parte del Imperio ruso.
En medio del caos de la Guerra Civil en Rusia, entre los años 1917 y 1923, Rumanía se anexionó Besarabia, violando el acuerdo firmado entre Moscú y Bucarest sobre la retirada de las tropas rumanas, mientras que Transnistria continuó como una parte de la naciente Unión Soviética, dentro de la República Socialista Soviética de Ucrania.
La URSS nunca reconoció la adhesión de Besarabia y buscó reincorporar la zona, la actual Moldavi, a su territorio. Con este fin creó la República Autónoma Moldava dentro de la República Socialista Soviética de Ucrania como una "base de partida" para la reintegración del territorio perdido.
En 1940 Moscú presentó un ultimátum a Rumanía para que devolviera Besarabia al seno de la Unión Soviética. Tras la entrada de las tropas soviéticas, Bucarest cedió el territorio, el cual fue unido por la URSS a Transnistria para crear la República Socialista Soviética de Moldavia.
Sin embargo, Besarabia permaneció poco tiempo dentro de la URSS: tras el ataque de la Alemania nazi contra la Unión Soviética, las fuerzas rumanas se aliaron con las alemanas y llegaron a ocupar Besarabia, Transnistria y los territorios ucranianos hasta el río Bug Meridional.
La administración ocupante impuso la política de rumanización intensa que preveía la prohibición de los idiomas ruso y ucraniano en todos los ámbitos, así como la implantación forzada de la lengua rumana, incluso en los territorios donde nunca se habló.
En 1944 las tropas soviéticas liberaron la región y la incorporaron de nuevo a la URSS, reestableciendo la República Socialista Soviética de Moldavia.
Moldavia permaneció en la URSS hasta 1991. Al disolverse la Unión Soviética, la república proclamó su independencia.
Las autoridades de Moldavia ya antes de la caída de la URSS trazaron una ruta hacia la reunificación con Rumanía, proclamaron el moldavo como el idioma oficial, relegando al ruso de la mayoría de sus funciones, y cambiaron la escritura de la lengua moldava del alfabeto cirílico al latín.
La población rumanohablante defendía que los moldavos y los rumanos eran un único pueblo, así que eran partidarios de acabar con la independencia de Moldavia para después integrarla a Rumanía. Tales sentimientos iban en contra de los intereses de la población de Transnistria, en su mayoría eslava.
En 1990, un año antes de la caída de la URSS, los habitantes de la región proclamaron la República Moldava Pridnestroviana. El entonces presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, declaró que esta proclamación no era válida.
Tras la declaración de independencia de Moldavia en 1991, las fuerzas armadas moldavas procedieron a retomar el control sobre la región.
La fase abierta del conflicto armado duró casi 5 meses, desde marzo hasta finales de julio de 1992. El conflicto se cobró la vida de un millar de personas y tuvo como consecuencia que Moldavia perdiera el control de la región.
Las tropas transnistrias se hicieron con el control de la ciudad de Bender en la orilla derecha de Dniéster, mientras las fuerzas moldavas lograron capturar varias localidades en el distrito de Dubasari, ubicado en la orilla este.
El conflicto se detuvo tras la intervención del 14º Ejército ruso, desplegado en Transnistria desde la época soviética. Los soldados rusos contribuyeron al fin de las hostilidades e iniciaron el camino hacia las negociaciones entre las partes opositoras.
A pesar de la paz lograda, el estatus político de Transnistria permanece pendiente de definición, ya que ambas partes no cambiaron su postura respecto a este punto.
El conflicto sigue congelado pero los recientes acontecimientos en Ucrania amenazan con reavivar la guerra. El nuevo gobierno de Ucrania decidió bloquear la rotación de las fuerzas de paz rusas desplegadas en la región, puesto que las autoridades ucranianas las consideran una amenaza para Kiev.
También Kiev apoya la integridad territorial de Moldavia ya que la propia Ucrania sufre un conflicto armado en Donbás de carácter territorial Con su postura respecto a Transnistria busca debilitar la influencia de Rusia en cualquier zona donde sea posible.
La dinámica del conflicto en la vecina Ucrania puede representar un peligro para Transnistria, dada su posición geográfica entre dos actores que se oponen a su soberanía política
Ucrania está dispuesta a apoyar cualquier medida que esté en contra de los intereses de Rusia en la región
El 16 de noviembre de 2020, la eurófila Maia Sandu fue elegida para la presidencia de la República de Moldavia con el 57% de los votos, un resultado convalidado ocho meses después por la victoria de su partido, Acción y Solidaridad, en las elecciones legislativas con el 48% de los votos.
Esta execonomista, que trabajó en el Banco Mundial, se destacó desde su asunción por un regreso a la hostilidad hacia su vecino secesionista. Recordando que “la región de Transnistria es parte integrante de la República de Moldavia”, la nueva dirigente hizo un llamado al retiro de las tropas rusas, estacionadas en la zona de seguridad que delimita la frontera con la región secesionista, en virtud del acuerdo del 21 de julio de 1992 entre la Federación de Rusia y su país.
Cuenta con el apoyo de EE UU que, por vía de su embajador, se declaró en mayo de 2021 favorable a una “completa reintegración de Transnistria en el seno de la República de Moldavia”.
Sandu, sucesora de un gobierno calificado de pro-ruso, exhibe una agenda decididamente orientada hacia la integración europea del país. Su vecino ucraniano, manifiesta su solidaridad con Chisináu, la capital moldava. Desde el 1° de setiembre del año pasado, Kiev les prohibió a los vehículos con patente de Transnistria entrar en su territorio.
A pesar de no haber reconocido nunca su independencia, Rusia le provee una importante ayuda económica, así como de gas subvencionado. A cambio, permanece endeudada en el plano político y cumple un papel de reaseguro contra una eventual adhesión de Moldavia a la OTAN, a pesar de la inclusión del principio de neutralidad en la Constitución moldava.
Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, viajó discretamente a Ucrania a principios de enero de 2022 Durante su estancia en ese país, Josep Borrell estuvo en la línea del frente en Donbass y se reunió con los funcionarios de la Misión de la Unión Europea para la Asistencia Fronteriza en Moldavia y Ucrania (EUBAM) para instaurar un bloqueo económico contra Transnistria.
Transnistria pide el reconocimiento pacífico de su independencia El presidente de Transnistria, Vadim Krasnoselski, reclamó en marzo del 22 el reconocimiento negociado. "Transnistria debe ser y será reconocida, pero de forma pacífica, en la mesa de negociaciones, a través de un diálogo. El proceso debe ser exclusivamente democrático (…), sin hostilidades ni pérdidas"
Los ataques terroristas del 25 y 27 de abril de 2022, sucedieron en medio de las tensiones entre Moldavia y en general la OTAN, contra Rusia y las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk en el marco de la invasión rusa de Ucrania
La sede del ministerio del Interior de Transnistria fue blanco de un tiro de RPG –un tipo de lanzacohetes personal– el 25 de abril en Tiraspol, capital de la autoproclamada República Moldava Pridnestroviana o República de Transnistria. Sólo horas después, el 26 de abril, las antenas de radio y de televisión más potentes de ese territorio, situadas en la región de Mayak, fueron objeto de atentados dinamiteros.
Estos atentados concuerdan con los objetivos descritos desde 2019 en un plan trazado por la RAND Corporation y presentado ese año al Congreso de Estados Unidos para debilitar a Rusia obligándola a intervenir militarmente fuera de sus fronteras. Ese plan preveía la posibilidad de imponer a Moscú una guerra en Ucrania y otra en Transnistria.
Estados Unidos ha movilizado a la Unión Europea para imponer un bloqueo económico contra Transnistria. Desde el 1º de enero y bajo la dirección de Stefano Sannino, ex representante en Serbia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), los funcionarios de la Misión de Asistencia de la Unión Europea en la Frontera entre Moldavia y Ucrania (EUBAM) están dirigiendo a las autoridades aduaneras de Moldavia y Ucrania –dos países que no son miembros de la UE– para concretar el bloqueo económico contra Transnistria. Así que Rusia se verá obligada a establecer un puente aéreo para garantizar la alimentación de los 500.000 habitantes de ese enclave.
Cuando la RAND Corporation planificó la actual guerra en Ucrania, procedió a explicar los pormenores a la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense. Eso ocurrió el 5 de septiembre de 2019 y la RAND Corporation se apoyó para ello en 2 informes . En esos informes, la RAND Corporation explica que el objetivo de la operación es hacer que Rusia se ve obligada a desplegarse más allá de sus ya muy extensas fronteras. Para eso es necesario que Rusia tenga que entrar en Ucrania y, después, en Transnistria.
Para entender lo que está haciendo el Pentágono hay que ir más allá de las fábulas que cuentan las agencias de prensa occidentales y ver la situación desde el punto de vista de la RAND Corporation, la cual prevé un “segundo round” que ya no sería ni siquiera alrededor de la Novorossiya sino de Transnistria.
Escriban el nombre de Transnistria en Google y desen de baja de las series distópicas de Neflix. Lo que viene es peor y es real
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