El 21 de julio de 1990 en la Puerta de Brandenburgo las grandes bandas rockeras del momento conmemoraban el derribo del "muro de la verguenza"
The Wall-Live in Berlin fue un gran show a la libertad.
¿La libertad?
Los asistentes lloraban de emoción.
A Don Julio nunca le emocionó esa caída y nunca la sintió como un fenómeno de libertad. Era comunista y tenía una biblioteca.
Por Dios Santo, estaban Reagan y Thatcher detrás de todo el cascajo.
Y el tiempo pasó. Y con los años toda la propaganda triunfalista se calmó y la realidad pura y cruda se impuso.
Reagan y Thatcher iniciaron uno de los periodos más nefastos para las clases obreras.
El Capitalismo se sintió el vencedor absoluto de todas las batallas, y pregonó sus principios como los únicos verdaderos y factibles. Llegó la realidad.
Felipe González, el socialista de la chaqueta de pana, le decía con soberbia a un Anguita, firme en sus principios, lúcido como ninguno: "Iluminado" "epígono del comunismo" "demodé". Y le espetaba a admitir que no aceptaba la sociedad de mercado, como si el mercado fuese la palabra más perfecta y maravillosa del mundo. La clave de todo bien.
Todo aquel sentimiento de libertad y emoción rodando por los suelos, se refleja en la cara de Roger Waters, que tocó en aquel concierto, y hoy se dirá a sí mismo como tantos. ¨¿Caímos en el espejismo?
Los europeos occidentales y los yankees desintegraron a puros bombazos la vieja Yugoslavia y la convirtieron en 7 países diferentes manipulables según los viejos intereses de las viejas guerras coloniales. Los mismos europeos de la Otan y Estados Unidos con el Pentágono, destruyeron Irak, demolieron Libia y provocaron el magnicidio de Gadafi, cayeron sobre Siria y están destrozando Yemen.
La libertad de la Europa sin muro se convirtió en destrucción, de vidas humanas, de países, de futuro de millones de personas convertidas en refugiados, inmigrantes, desempleados y marginados.
Los europeos somos más libres porque los halcones del Pentágono nos metieron en guerra contra Rusia, apoyando a un corrupto actor de poca monta en una Ucrania cuya voz no nos dejan oir.
Derribaron un muro para construir con los escombros otro en torno a Rusia
Un muro en torno al país que acabó con los sueños imperiales de Napoleón y de Hitler.
Los europeos, es decir Francia y Alemania y todo el territorio que ocuparon sus imperios medievales; y la anglosfera, Gran Bretaña y su monstruo yankee (los europeos balcánicos, eslavos y mediterráneos hacemos solo bulto y obedecemos a los jefes), en plena crisis de los combustibles fósiles y del Capitalismo, dependientes económicamente del gas barato ruso, se han enfangado hasta los codos en una Ucrania que les importa un comino, para destruir una Rusia indestructible.
El muro que han construido alrededor de Rusia es hoy el muro que los aísla a ellos.
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