Cuando Úrsula habla de conficaciones a Rusia, pasando del bloqueo al robo directo, dice mucho más de lo que habla. Pero para leerle los labios hay que apagar las televisiones y dejar que nuestro cerebro se limpie de la invasión que lleva sufriendo desde la guerra de Ucrania.
Lo que Úrsula nos cuenta es que la Unión Europea sin Rusia y China es un cadaver y que su prosperidad, la prosperidad franco-alemana y sus hijos, los pequeños países surgidos del viejo Imperio Romano Germánico, estaba basada en las buenas relaciones con Rusia y China. Especialmente con Rusia.
Desde el final de la primera Guerra Fría en 1991 el modelo económico capitalista neoliberal, de anulación de todos los derechos que la clase trabajadora había conseguido gracias a la espada de Damocles de la revolución, cuyo filo desapareción con la caída de la URSS, fue posible gracias a la extracción de riqueza de China y Rusia.
No lo digo yo, que soy solo una lectora ávida de prensa de todos los colores y tendencias. Lo dice , dijo el máximo responsable de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell
"Nuestra prosperidad se basó en China y Rusia: energía y mercado"
China proporcionó a los EE. UU. y la UE un mercado masivo, mano de obra mal pagada y bienes de consumo baratos. Y después de que la Unión Soviética fuera derrocada, las privatizaciones masivas en Rusia y los pasos para integrarla en Occidente ayudaron a Europa a asegurar grandes cantidades de energía a precio de saldo.
Pero el aumento significativo en el nivel de vida de los trabajadores en China, la espectacular subida de la calidad de sus productos, así como la guerra en Ucrania y la correspondiente promesa de la UE de boicotear el gas y el petróleo rusos, han aumentado considerablemente el costo de vida y de hacer negocios en Europa, haciendo que sus productos no sean competitivos en mercados globales.
Esto ha sumido al sistema capitalista transatlántico en una profunda crisis, lo que ha motivado al Occidente neoliberal a emprender una nueva guerra fría contra Pekín y Moscú con la esperanza de reafirmar el control sobre el mercado y la mano de obra de China y los recursos naturales de Rusia.
El 10 de octubre de Sr Borrell en la Conferencia de Embajadores, demostró lo que todos sabemos, que sabe muy bien de lo que va el asunto y que los de las poesías sobre jardines y junglas en Praga era solo pasto para la prensa.
El 10 de octubre dijo en un idioma claro e inteligible lo que los medios disfrazan de valores europeos democráticos defensores de la bandera arcoirisde y las mujeres sin velos.
"Estamos en una crisis sin solución" Le faltó decir si no acabamos esta guerra y hacemos las paces con los rusos y los chinos.
Esto mismo lo había dicho ya Macron cuando anunciaba el fin de la "abundancia neoliberal"
No vamos a discutir de quién fue la prosperidad dentro de las perfectas democracias protestantes anglosajonas. Cualquiera tiene un vecino que tuvo que salir de su casa impelido por un grupo de policías armados hasta los dientes, porque perdió el trabajo y no podía pagar la hipoteca.
Esa prosperidad de la que hablan Macron y Borrell ahora se les está escapando, no al pueblo, especialmente al pueblo de los bordes de la abundancia europea, sino a las élites que están pensando en recoger sus cachibaches y emprender negocios donde el enemigo.
Las sanciones devastadoras a Moscú por la guerra de poder en Ucrania y el compromiso para boicotear la energía rusa ha llevado a Europa a perder su mayor proveedor de gas y petróleo.
La UE ahora está buscando a la desesperada nuevas fuentes de energía y está importando gas natural licuado mucho más caro de los Estados Unidos, lo que ha provocado que las facturas de electricidad se disparen para los ciudadanos y empresas europeos.
Ahora que China y Rusia se han convertido en los adversarios geopolíticos de la UE, Borrell argumentó que Europa “requerirá una fuerte reestructuración economica”.
“El ajuste será duro y esto creará problemas políticos”, dijo. "Creo que los europeos nos enfrentamos a una situación en la que sufrimos las consecuencias de un proceso que lleva años en el que hemos desvinculado las fuentes de nuestra prosperidad de las fuentes de nuestra seguridad" Es decir estaban despreciando al granjero que les echaba el pienso y poniendo la seguridad del gallinero en manos del zorro.
Borrell dice muchas barbaridades pero la verdad se encuentra entre dos mentiras como dijera el gran pintor noruego Edvard Munch; y entre esa verborrea está admitiendo en realidad que EE. UU. ya no es confiable ni siquiera para la seguridad europea.
El modelo económico neoliberal de la UE adoptado en la década de 1990 se basó en la energía barata de Rusia y los bienes de consumo, la mano de obra y el mercado de China.
Por otro lado, la política de seguridad de Europa se basó en los Estados Unidos y la OTAN.
Pero "Estados Unidos no es un socio de seguridad confiable", reconoció Borrell preparando al personal para la posible vuelta de Trump a la Casablanca.
Trump aquel zafio que caminaba delante de la reina, la institución colonialista más vieja de Europa, el que puede hacer manitas con los rusos y los chinos si le va bien para sus negocios.
En este momento, EE. UU. y la UE están más cerca que nunca, dijo. Una verdad casi mentira, o una mentira casi verdad. Porque "esa alianza no es férrea y podría cambiar en un futuro cercano".
"Si bien la cooperación con la Administración Biden es excelente y la relación transatlántica nunca ha sido tan buena como lo es hoy, incluida nuestra cooperación con los Estados Unidos y mi amigo Tony - llamó Tony a Antony Blinken el secretario de Estado yankee- ¿Quién sabe qué pasará dentro de dos años, o incluso en noviembre?
¿Qué hubiera pasado si, en lugar de Joe hubiera estado Donald o alguien como él en la Casa Blanca? ¿Cuál hubiera sido la respuesta de Estados Unidos a la guerra en Ucrania?"
(Olvidó mencionar que probablemente no habría habido guerra, pero esa verdad está flotando también entre lo que no cuenta)
¿Cuál hubiera sido nuestra respuesta en una situación diferente? Estas son algunas preguntas que tenemos que hacernos.
Y la respuesta para mí es clara: tenemos que asumir más responsabilidades nosotros mismos. Tenemos que asumir una mayor parte de nuestra responsabilidad para garantizar la seguridad.
Ustedes, los Estados Unidos, se ocupan de nuestra seguridad. Ustedes, China y Rusia, proporcionaron la base de nuestra prosperidad. Este es un mundo que ya no existe"
Borrell también admitió que los problemas de seguridad de la UE no son solo externos.
Internamente, Europa se enfrenta a la amenaza de la “derecha radical”.
“Hay un cambio radical, y la derecha radical está aumentando en nuestras democracias, democráticamente”, dijo admitiendo que este giro de extrema derecha no es una imposición sino que ha sido propiciada por el mismo poder que hoy se encuentra en crisis. No contó que esta "derecha radical" es muy necesaria hoy para frenar las protestas sociales que avecinan.
Unos días antes Macron lo dijo muy claro en el Consejo Europeo de Praga: "No podemos sustituir una dependencia por otra.
Estamos contentos de que estamos importando mucho Gas Natural Licuado (GNL) de los Estados Unidos, a un precio alto, por cierto, y reemplazando el gas ruso por gas estadounidense y noruego, o gas de Azerbaiyán, bueno, de Azerbaiyán es un pequeña cantidad.
Pero, ¿qué pasaría mañana si Estados Unidos, con un nuevo presidente, decidiera no ser tan amigo de los europeos? ¿Por que no? Pueden imaginarse la situación en la que nuestra dependencia crítica del GNL proveniente de los Estados Unidos también podría estar en crisis.
O que mañana no tenemos el cobalto, no tenemos los materiales raros que vienen de]la República Democrática del Congo, América del Sur, Afganistán, son tan críticos para nosotros como el petróleo y el gas."
Europa no tiene nada a qué sujetarse y el mundo neoliberal está en caida libre sin red.
En la televisión hablan de las bombas sucias que denuncia Rusia revirtiendo el discurso, denuncia para poder hacerlo sin mancharse las manos, como se hace autoatentados para culpar a Ucrania.
Detrás de las mentiras una verdad de dar pánico: Su querido Moisés bíblico, Zelensky, va a contaminar el aire de media Europa y a destruir la poca tierra que todavía deja emerger la hoja verde de una lechuga.
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