Zain tiene doce años, más o menos, porque sus padres han olvidado su fecha de nacimiento, como han olvidado cualquier sueño, si es que en la miseria del Beirut en que viven hubo alguna vez espacio para soñar.
Zain se enfrenta cada día a las calles de una ciudad olvidada, pobre y cruel.
Y va al juez a denunciar a sus padres.
Cuando el juez le pregunta, Zain responde: Porque me han traido al mundo
¿Qué mayor crueldad e injusticia se puede comenter que traer el mundo a una criatura para echarla a las calles de Beirut?
Zain es solo un niño tratando de sobrevivir en una ciudad inmisericorde. Después de todo, son los niños los receptores primeros de todas las injusticias del mundo,
La cámara va de los ojos del niño al caos de la ciudad, por algo el nombre de la película, Cafarnaún que en latín significa desorden.
El caos de Beirut.
Los niños sin esperanza que denuncian a sus padres por haberles traído a un mundo tan injusto, es algo que vemos como otro mundo.
Nuestras ciudades tienen pequeñas partes sucias, pero a vista de pájaro son bellas y cuidadas.
Tienen hermosos jardines, no tienen tapias melladas, ni edificios agujereados por las balas, ni la guerra se ha detenido en sus calles para siempre.
Pero igual que la directora de Cafarnaúm, Ladine Lavaki, mueve su cámara desde la profundidad de las calles hasta las alturas del cielo donde la ciudad se muestra como una gran ratonera, propongo mover la cámara desde el momento en que el pequeño Zain sobrevive en calles desordenadas y sucias, entregadas a la miseria; hasta hace 5000 años, a un país poblado de cedros cuya madera fue la más preciada en la Edad del Bronce y la Edad del Hierro.
Nuestras ciudades tienen pequeñas partes sucias, pero a vista de pájaro son bellas y cuidadas.
Tienen hermosos jardines, no tienen tapias melladas, ni edificios agujereados por las balas, ni la guerra se ha detenido en sus calles para siempre.
Pero igual que la directora de Cafarnaúm, Ladine Lavaki, mueve su cámara desde la profundidad de las calles hasta las alturas del cielo donde la ciudad se muestra como una gran ratonera, propongo mover la cámara desde el momento en que el pequeño Zain sobrevive en calles desordenadas y sucias, entregadas a la miseria; hasta hace 5000 años, a un país poblado de cedros cuya madera fue la más preciada en la Edad del Bronce y la Edad del Hierro.
El mismo Egipto, el gran Imperio contemporáneo, necesitaban esa madrera fléxible y resistente para sus embarcaciones
Pomponio Mela , a mediados del siglo I, afirmaba que: “Los fenicios fueron una raza inteligente, que prosperó en paz y en guerra. Fueron excelentes en escritura y literatura, y en otras artes; en marinería, en el arte de la guerra naval y en el dominio de un imperio”.
Pomponio Mela , a mediados del siglo I, afirmaba que: “Los fenicios fueron una raza inteligente, que prosperó en paz y en guerra. Fueron excelentes en escritura y literatura, y en otras artes; en marinería, en el arte de la guerra naval y en el dominio de un imperio”.
Los fenicios desde el segundo milenio antes de nuestra era hasta marcaron la historia antigua del Mediterráneo, desde las costas del Líbano hasta las de España pasando por el Norte de África.
La original geografía del Líbano impidió que los fenicios pudiesen formar un estado consolidado y por tanto un Imperio del tipo de los imperios de la Edad del Bronce.
Ya desde el comienzo de la Edad de Hierro los que formarían la civilización fenicia están identificados en las tierras del Líbano, como gentes de lengua semítica y dedicados en núcleos aislados a la agricultura y el pastoreo. Es ese aislamiento lo que va a estimular el caracter comercial de los fenicios. Ya en la Edad de Bronce tenían una importante industria textil.
El Líbano es una larga y estrecha franja costera limitada por la Gran Cordillera del Líbano que en algunas zonas está a solo quince quilómetros del costa y en otras cincuenta que es el máximo de tierra plana que hay entre las montañas y el mar.
Las nubes que vienen del Mediterráneo se encuentran con la gran barrera montañosa y descargan sobre las costas, lo que hace que al suave clima mediterráneo se unan las beneficiosas lluvias. La costa y las laderas a contravento son muy fértiles.
Pero las montañas que a veces se meten practicamente en el mar impedían la comunicación entre la costa y el interior e incluso entre las mismas ciudades costeras.
Había comercio intererior con el Valle de la Bekaa que es el gran valle que hay entre las dos cadenas montañosas que recorren el país de Norte a Sur, el mencionado Líbano y la cordillera del Antilíbano.
Por este valle discurren los grandes ríos libaneses Orontes y Litani.
Pero era muy difícil contactar con las gentes del interior cuyos poblados además eran más pequeños y dedicados a la agricultura y el pastoreo.
Los fenicios que formaron las grandes ciudades comerciales fueron los fenicios de la costa y sus ricas ciudades estado miraron siempre hacia el mar.
Las llanuras costeras eran ricas en cereales, olivo y vid, la trilogia mediterranea; tenian metales y, sobre todo, tenian cedros en las estribaciones de las montañas. Los árboles sagrados de los fenicios. Arboles longevos, que podían durar dos mil años y podían llegar a cincuenta metros de altura.
Las llanuras costeras eran ricas en cereales, olivo y vid, la trilogia mediterranea; tenian metales y, sobre todo, tenian cedros en las estribaciones de las montañas. Los árboles sagrados de los fenicios. Arboles longevos, que podían durar dos mil años y podían llegar a cincuenta metros de altura.
La perfumada y resistente madera rojiza de los cedros a la que se unía la resina impermeable que vivía en el interior de sus piñas, daba a los fenicios en las mismas ladera de la cordillera del Líbano la materia prima para construir barcos sumamente resistentes y para impermeabilizarlos.
Así pues tenían madera y resinas para construir barcos y para vender a sus poderosos vecinos egipcios, tenían vino, cereales y aceites los más solicitados productos de la Edad del Bronce y del Hierro y tenían una larga experiencia en la industria textil a la que unieron el famoso tinte púrpura que hizo que los griegos les llamaran Phoneix, la gente roja ( la arqueología ha mostrado que se teñían los cabellos de rojo y que este tinte impregnaba también el hueso)
No olvidemos que los fenicios se llamaban a sí mismos cananeos y nunca supieron que en la historia serían estudiados como fenicios y luego como púnicos por la transcripción de phoenix al latín.
El tinte venía de un molusco que abundaba en las playas y era muy valorado por las clases poderosas de la antiguedad. Las togas púrpuras eran consideradas símbolos de poder. Faraones, reyes, familias poderosas se disputaban los textiles rojos de los fenicios.
Basadas en esta riqueza crecieron importantes ciudades comerciales, especialmente las tres más grandiosas y conocidas también: Tiro, Sidon y Biblos. También Biruta (Beirut) era un importante centro comercial pero no de la categoria de las tres grandes.
Biblos,llamada Gubal por los fenicios, es la más antigua y sabemos mucho de ella debido a las excavaciones que llegan hasta época romana. Probablemente sea una de las ciudades más antiguas del mundo. Su especialidad en el comercio de los rollos de papiro egipcios hizo que los griegos la llamasen Biblos.
Sidón con su zona portuaria rodeada de islas era una ciudad con un enclave privilegiado, que la protegía de los elementos de la naturaleza y de los ataques exteriores.
Tiro fue la gran ciudad fenicia que fundó Cartago a la que huyó la reina Elisa y su corte iniciando la historia del Cártago de Anibal que tantos dolores de cabeza provocó a los romanos "Carthago delenda est" Cartago debe ser destruida, repetía Catón el Viejo en todas sus intervenciones en el senado romano
Tiro fue la ciudad que fundó la colonia fenicia de Gadir, la actual Cádiz y fue la ciudad que organizó las grandes colonizaciones fenicias en las costas mediterráneas
Fue una isla hasta Alejandro Magno, pues fue el conquistador macedonio quien creó la calzada que cruzaba el mar para tomar posesión de la riquísima Tiro.
La ciudad tuvo puertos importantísimos como el de Egipto que conectaba con el gran Imperio y el de Sidón que conectaba con la rica ciudad de Sidón y con la de Biblos.
Tiro estaba amurallada y era casi inexpugnable.
Cada una de estas ciudades independientes era un reino y tenía su propio rey de ascendencia divina, algo propio de la mentalidad antigua.
Cada una de estas ciudades independientes era un reino y tenía su propio rey de ascendencia divina, algo propio de la mentalidad antigua.
El palacio no era solo la residencia del rey sino el centro administrativo de la ciudad. El sacerdote y el templo eran el otro gran centro de poder, dotaban de un carácter sagrado a las transacciones comerciales. De hecho cada colonia iba seguida de las construcción de un templo.
Los fenicios, si no inventaron el alfabeto, lo que está en duda, sí que lo llevaron a los griegos y pusieron a disposición de los pueblos mediterráneos una forma fácil de escribir y leer, que hizo que la escritura fuese más democrática y se extendiese con mayor facilidad.
Los fenicios, si no inventaron el alfabeto, lo que está en duda, sí que lo llevaron a los griegos y pusieron a disposición de los pueblos mediterráneos una forma fácil de escribir y leer, que hizo que la escritura fuese más democrática y se extendiese con mayor facilidad.
El libro de los Reyes de la Biblia recoge la figura del famoso rey de Tiro Hiram I que envió a sus servidores a Salomón el cual pidió cedros del Líbano para construir su famoso templo, a cambio de un buen pago lo que certifica un acuerdo comercial con un rey lejano.
El gran explendor de las ciudades libanesas y el auge del gran imperio colonial fenicio está relacionado con un colapso.
El mayor colapso conocido en la historia: La caída de las civilizaciones de la Edad de Bronce, la caída que dio origen a lo que estudiamos en Grecia como la Edad Oscura.
Una de las destrucciones y desapariciones de civilizaciones más espectaculares de la Historia de la Humanidad.
En torno al siglo XIII a d C - sobre el 1200 - se produjeron una serie de migraciones y ataques de unos pueblos todavía no bien identificados por los historiadores pero nombrados en los textos contemporáneos. Los pueblos del Mar, junto a las contradicciones internas de la economía del Bronce, y y una serie de catástrofes naturales, acabaron con Micenas, con el Imperio Hitita, los egipcios no desaparecieron como Imperio pero perdieron mucho de su poder, Ugarit desapareció
De esta crisis surgieron grandes oportunidades y un nuevo mundo.
Del colapso de la Edad del Bronce surgen nuevas civilizaciones como la asiria, se prepara el tiempo para la aparición del mundo griego y las ciudades fenicias.
En torno al siglo XIII a d C - sobre el 1200 - se produjeron una serie de migraciones y ataques de unos pueblos todavía no bien identificados por los historiadores pero nombrados en los textos contemporáneos. Los pueblos del Mar, junto a las contradicciones internas de la economía del Bronce, y y una serie de catástrofes naturales, acabaron con Micenas, con el Imperio Hitita, los egipcios no desaparecieron como Imperio pero perdieron mucho de su poder, Ugarit desapareció
De esta crisis surgieron grandes oportunidades y un nuevo mundo.
Del colapso de la Edad del Bronce surgen nuevas civilizaciones como la asiria, se prepara el tiempo para la aparición del mundo griego y las ciudades fenicias.
Las ciudades libanesas que ya eran importantes centros comerciales, ubicadas en buenos enclaves, protegidas por las montañas y sus murallas resistieron a la gran crisid del Bronce, comenzaron su época más gloriosa controlando todo el comercio que ya no controlaban ni los hititas, ni los micénicos, ni los egipcios ni las gentes de Ugarit
Es cuando el comercio del hierro controlado hasta entonces por los hititas abre una nueva Edad, la llamada Edad de Hierro que fue la gran edad de los fenicios en el segundo milenio ac.
Es cuando el comercio del hierro controlado hasta entonces por los hititas abre una nueva Edad, la llamada Edad de Hierro que fue la gran edad de los fenicios en el segundo milenio ac.
Hacia el 867 a.C., Asurnasirpal II, rey de Asiria, dominó las ciudades-estado fenicias, que se rebelaron en numerosas ocasiones contra el pago de los tributos. Sargón II en el conquistaría Sidón a mediados del 700, la última ciudad que resistiera.
Luego llegaría la llamada opresión babilónica que llevó a revueltas y a la fundación de nuevas colonias para huir de la metrópoli.
Al babilonio Nabucodonosor lo derrotó Ciro II el Grande de Persia quien conquistó Babilonia y las ciudades fenicias se convirtieron en una satrapía- provincia- persa y parece ser que se adaptaron bien a la administración persa porque cuando las guerras médicas ( los griegos pensaban que los medos y los persas eran las mismas gentes) los fenicios apoyaron con sus flotas a los ejércitos persas.
Y a los persas los derrotó Alejandro Magno. Su temprana muerte hizo que el imperio fuese dividido entre sus generales, quedando las ciudades fenicias en la parte del Imperio Seleúcida por el general griego Seleuco.
Todavía en tiempos antes de Cristo los fenicios cayeron en manos de Roma, lo que abrió las rutas comerciales de Bosra, Palmira, Apamea, Damasco y Lataquia. La Palmira de la famosa Zenobia que retó a Roma al invadir Siria, Palestina y Egipto.
En el 330 Constantino puso las bases del Imperio Romano de Oriente, al que pertenecería el actual Líbano.
Los siglos pasaron y llegó el Islam Los árabes se hicieron con las viejas ciudades fenicias.
Luego llegaría la llamada opresión babilónica que llevó a revueltas y a la fundación de nuevas colonias para huir de la metrópoli.
Al babilonio Nabucodonosor lo derrotó Ciro II el Grande de Persia quien conquistó Babilonia y las ciudades fenicias se convirtieron en una satrapía- provincia- persa y parece ser que se adaptaron bien a la administración persa porque cuando las guerras médicas ( los griegos pensaban que los medos y los persas eran las mismas gentes) los fenicios apoyaron con sus flotas a los ejércitos persas.
Y a los persas los derrotó Alejandro Magno. Su temprana muerte hizo que el imperio fuese dividido entre sus generales, quedando las ciudades fenicias en la parte del Imperio Seleúcida por el general griego Seleuco.
Todavía en tiempos antes de Cristo los fenicios cayeron en manos de Roma, lo que abrió las rutas comerciales de Bosra, Palmira, Apamea, Damasco y Lataquia. La Palmira de la famosa Zenobia que retó a Roma al invadir Siria, Palestina y Egipto.
En el 330 Constantino puso las bases del Imperio Romano de Oriente, al que pertenecería el actual Líbano.
Los siglos pasaron y llegó el Islam Los árabes se hicieron con las viejas ciudades fenicias.
Damasco fue la capital de los Omeyas. En el 750 los abbasies ( un Omeya escapó a España y fundó el Califato Omeya de Córdoba) trasladraon la capital a Bagdad y hacia el 980 los fatimíes conquistaron Palestina y Siria.
Los cruzados se apoderaron de la región entre el año 1098 y el 1291.
Los cruzados se apoderaron de la región entre el año 1098 y el 1291.
Los árabes no pudieron hacerles frente hasta que Nureddín (Nur ed-Dín) unificó los territorios.
Continuó la tarea su sucesor, el famoso Saladino, que sumó otras conquistas importantes como la de Palestina. Pertenecía a la dinastía ayubí, que fue la que trajo prosperidad a Siria.
Más tarde los mamelucos, una casta de esclavos libertos de origen turco, consiguieron expulsar de forma definitiva a los cruzados. Los dirigía el sultán Baybars.
Bajo el mando de Tamerlán repelieron el ataque de los mongoles, que ya habían saqueado ciudades como Alepo y Damasco.
En torno al 1516, la Gran Siria (área que incluía Palestina y Líbano) cayó en manos de los turcos otomanos, que dominaron el territorio durante cuatro siglos, hasta 1918.
En el siglo XIX empezó a florecer el nacionalismo árabe. Y estos signos de independencia lo aprovecharon las potencias extranjeras.
Bajo la promesa de un Estado Árabe, los hicieron luchar contra los turcos. Vencieron; pero el lugar del Imperio otomano lo ocuparon las potencias colonialistas.
Tras el hundimiento del Imperio otomano, los árabes eligieron un Congreso Nacional en 1919, con el objetivo de establecer el principio de soberanía. Resultó incompatible con los intereses franco-británicos, que esperaban por parte de la Liga de las Naciones el mandato sobre Siria y Líbano.
El mandato, poco tiempo después otorgado, estuvo marcado por numerosas revueltas nacionalistas.
Francia empleó la política de “divide y vencerás”; fragmentó el territorio en varias zonas, según las distintas confesiones, etnias y tribus. Fue entonces cuando Líbano se separó de Siria.
Los franceses prometían la independencia mientras la escala de violencia iba en aumento. En el medio, se desataba la Segunda Guerra Mundial y Alemania invadía Francia.
Las distintas facciones religiosas y políticas del Líbano se unieron en 1943 para proclamar el Convenio Nacional Libanés. Basándose en los censos de 1932, acordaron que el presidente fuera cristiano maronita, el primer ministro sunní y el portavoz de la Cámara, shiíta.
En noviembre de 1943, el presidente libanés Bishara al-Khoury promulgó una legislación en la que se borró cualquier referencia a la autoridad francesa en la Constitución.
Los franceses, furiosos, arrestaron al presidente y a los miembros del gabinete. No obstante, los Estados Unidos, Gran Bretaña y los estados árabes apoyaron al Líbano. Francia, ya cercada, comenzó en 1944 el traspaso de poderes y la retirada.
Líbano tuvo en esa época muchos problemas políticos y económicos, entre ellos la devaluación del franco francés y la creación del Estado de Israel, lo que supuso la expulsión de unos 750.000 palestinos, muchos de los cuales fueron a parar al sur del Líbano.
La degradación aumentó a partir de 1969. En 1982, todavía inmersos en la guerra, Líbano sufrió la ocupación de Israel. En 1990 se alcanzó, al fin, la paz. El sur del Líbano estuvo ocupado por Israel hasta el año 2000, cuando tuvo que abandonarlo por los ataques implacables realizados por el grupo islamista Hizbullah. Este grupo de resistencia nacional está formado por chiíes, una etnia que en Líbano siempre ha sido muy pobre y marginada.
Los israelíes respondieron con bombardeos; el último fue en el verano de 2006, en un ataque masivo por todo el territorio libanés.
Ahora volvemos a nuestra cámara. Nos vamos a las ciudades expléndidas de Sidón, Tiro y Biblos con sus hombres y mujeres de cabellos rojos y en un movimiento rápido nos quedamos mirando los ojos de Zain que reflejan el Beirut herido del Capitalismo periférico.
Ninguna grandeza en la Historia ha perdurado, los ojos de Zain van a ser los ojos de un niño de Europa, si alguien cree que existe un dios de los blancos y rubios capaz de protegerlos tiene que entrar en los ojos de Zain.
La Historia va en su nave, la ceguera y la vanidad de los líderes europeos actuales, el egoismo y la avaricia de las élites y la hipnosis del pueblo no son nuevas y los resultados tampoco
Más tarde los mamelucos, una casta de esclavos libertos de origen turco, consiguieron expulsar de forma definitiva a los cruzados. Los dirigía el sultán Baybars.
Bajo el mando de Tamerlán repelieron el ataque de los mongoles, que ya habían saqueado ciudades como Alepo y Damasco.
En torno al 1516, la Gran Siria (área que incluía Palestina y Líbano) cayó en manos de los turcos otomanos, que dominaron el territorio durante cuatro siglos, hasta 1918.
En el siglo XIX empezó a florecer el nacionalismo árabe. Y estos signos de independencia lo aprovecharon las potencias extranjeras.
Bajo la promesa de un Estado Árabe, los hicieron luchar contra los turcos. Vencieron; pero el lugar del Imperio otomano lo ocuparon las potencias colonialistas.
Tras el hundimiento del Imperio otomano, los árabes eligieron un Congreso Nacional en 1919, con el objetivo de establecer el principio de soberanía. Resultó incompatible con los intereses franco-británicos, que esperaban por parte de la Liga de las Naciones el mandato sobre Siria y Líbano.
El mandato, poco tiempo después otorgado, estuvo marcado por numerosas revueltas nacionalistas.
Francia empleó la política de “divide y vencerás”; fragmentó el territorio en varias zonas, según las distintas confesiones, etnias y tribus. Fue entonces cuando Líbano se separó de Siria.
Los franceses prometían la independencia mientras la escala de violencia iba en aumento. En el medio, se desataba la Segunda Guerra Mundial y Alemania invadía Francia.
Las distintas facciones religiosas y políticas del Líbano se unieron en 1943 para proclamar el Convenio Nacional Libanés. Basándose en los censos de 1932, acordaron que el presidente fuera cristiano maronita, el primer ministro sunní y el portavoz de la Cámara, shiíta.
En noviembre de 1943, el presidente libanés Bishara al-Khoury promulgó una legislación en la que se borró cualquier referencia a la autoridad francesa en la Constitución.
Los franceses, furiosos, arrestaron al presidente y a los miembros del gabinete. No obstante, los Estados Unidos, Gran Bretaña y los estados árabes apoyaron al Líbano. Francia, ya cercada, comenzó en 1944 el traspaso de poderes y la retirada.
Líbano tuvo en esa época muchos problemas políticos y económicos, entre ellos la devaluación del franco francés y la creación del Estado de Israel, lo que supuso la expulsión de unos 750.000 palestinos, muchos de los cuales fueron a parar al sur del Líbano.
La degradación aumentó a partir de 1969. En 1982, todavía inmersos en la guerra, Líbano sufrió la ocupación de Israel. En 1990 se alcanzó, al fin, la paz. El sur del Líbano estuvo ocupado por Israel hasta el año 2000, cuando tuvo que abandonarlo por los ataques implacables realizados por el grupo islamista Hizbullah. Este grupo de resistencia nacional está formado por chiíes, una etnia que en Líbano siempre ha sido muy pobre y marginada.
Los israelíes respondieron con bombardeos; el último fue en el verano de 2006, en un ataque masivo por todo el territorio libanés.
Ahora volvemos a nuestra cámara. Nos vamos a las ciudades expléndidas de Sidón, Tiro y Biblos con sus hombres y mujeres de cabellos rojos y en un movimiento rápido nos quedamos mirando los ojos de Zain que reflejan el Beirut herido del Capitalismo periférico.
Ninguna grandeza en la Historia ha perdurado, los ojos de Zain van a ser los ojos de un niño de Europa, si alguien cree que existe un dios de los blancos y rubios capaz de protegerlos tiene que entrar en los ojos de Zain.
La Historia va en su nave, la ceguera y la vanidad de los líderes europeos actuales, el egoismo y la avaricia de las élites y la hipnosis del pueblo no son nuevas y los resultados tampoco
Las bombas atómicas no van a caer ni a destruir el Planeta. Comienza la decadencia de Europa y el fin de Estados Unidos y el colapso del Capitalismo, como colapsó la Edad del Bronce, como desapareció Roma, como las civilizaciones vienen y van.
Sigan echando la culpa de todo a Putin.
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